TRUMP se desata en el CONGRESO: busca fondos para deportar migrantes y declara la guerra a los carteles mexicanos
Trump tiene ahora el récord del discurso más largo ante una sesión conjunta del Congreso, de más de hora y media
«Escucharon mis palabras y decidieron no venir», presumió el presidente Donald Trump al referirse a la caída de los cruces ilegales de migrantes durante el discurso ante el Congreso, al que pidió fondos para «la mayor operación de deportación de la historia».
«He enviado al Congreso una solicitud de financiación detallada que establece exactamente cómo vamos a eliminar estas amenazas para proteger nuestra patria y completar la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos», afirmó.
«Los estadounidenses esperan que el Congreso me envíe esta financiación sin demora para que pueda firmarla y convertirla en ley (…) espero que sean capaces de hacerlo», añadió.
Según los medios de comunicación estadounidenses, el déficit presupuestario del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) frena los planes migratorios de Trump, que quiere acelerar las expulsiones.
Trump mostró su satisfacción con la disminución de los cruces fronterizos ilegales.
«Declaré una emergencia nacional en nuestra frontera sur (con México), y desplegué el ejército estadounidense y la patrulla fronteriza para repeler la invasión de nuestro país, y ¡vaya trabajo que han hecho!», dijo a los congresistas.
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– «Los más bajos» –
«Como resultado, los cruces ilegales de la frontera el mes pasado fueron, con mucho, los más bajos jamás registrados», añadió, pese a que es un periodo muy corto para llegar a conclusiones. Porque los flujos migratorios son cíclicos e independientemente de quién esté en el poder -republicano o demócrata- fluctuarán.
El pasado fin de semana, en su red Truth Social, Trump alardeó de que la patrulla fronteriza solo interceptó, según él, a «8.326» migrantes sin visa en febrero en la frontera con México.Afirma que «todos ellos fueron expulsados rápidamente» o «procesados por delitos».
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) no ha difundido los datos de febrero. En enero hubo 61.465 interceptaciones.
En los últimos seis meses del mandato de su predecesor, el expresidente demócrata Joe Biden, la cifra ya había disminuido considerablemente debido a la imposición de restricciones y a los controles del lado mexicano.
Trump habla con desdén de los migrantes que entran sin visa, diciendo que vienen de «instituciones mentales y manicomios» o cárceles, y a menudo los equipara con delincuentes. Las estadísticas oficiales demuestran que la criminalidad ha disminuido en el país.
Cada frase de Trump sobre los migrantes contiene «un sustantivo, un verbo y una fea mentira sobre la inmigración», afirma en un comunicado Vanessa Cárdenas, directora de America’s Voice, una organización sin fines de lucro que aboga por una reforma migratoria.
El republicano prometió focalizarse en aquellos migrantes con antecedentes penales, pero las oenegés lo niegan.
Guerra contra los carteles
Trump estima que llegó la hora de que «Estados Unidos libre una guerra contra los cárteles» de la droga mexicanos, a los que acusa de amenazar «la seguridad nacional» del país.
Días después de designar como organizaciones «terroristas globales» a seis grupos mexicanos, incluido el cártel de Sinaloa (fundado en los años 1980 por Joaquín «El Chapo» Guzmán e Ismael «El Mayo» Zambada), Trump les declara «la guerra».
El territorio mexicano lindante con la frontera estadounidense «está dominado en su totalidad por cárteles criminales que asesinan, violan, torturan», afirmó el magnate republicano ante el pleno del Congreso.
«Ejercen un control total sobre toda una nación, lo que representa una grave amenaza para nuestra seguridad nacional», sostuvo.
«Los cárteles están librando una guerra contra Estados Unidos, y es hora de que Estados Unidos libre una guerra contra los cárteles, que es lo que estamos haciendo», aseguró el millonario de 78 años.
Desde que regresó a la Casa Blanca, Trump lidera una diplomacia agresiva en su lucha contra los cárteles y la migración ilegal y considera que Canadá y México no hacen lo suficiente para combatir la entrada de drogas, sobre todo el tráfico ilegal de fentanilo, un opiáceo sintético que causa estragos en Estados Unidos. Fue la excusa que esgrimió para imponerles aranceles.
En febrero llegó incluso a decir que el gobierno mexicano tiene «una alianza intolerable» con los cárteles del narcotráfico.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, a quien el republicano calificó públicamente de mujer «maravillosa», lo considera una calumnia.
A Trump, que entre diplomacia y transacción prefiere lo segundo, no parece importarle cómo sientan sus comentarios a sus vecinos siempre que den resultado.
«Debido a nuestras políticas arancelarias» México extraditó a «29 de los líderes de cárteles más importantes de su país, algo que nunca ha sucedido antes», recordó ante el Congreso.
Según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México, el traslado de los narcos entra dentro de «las labores de coordinación, cooperación y reciprocidad bilateral, en el marco del respeto a la soberanía de ambas naciones».
– «Hacernos felices» –
La versión de Trump es diferente: «Quieren hacernos felices, por primera vez en la historia».
«Pero necesitamos que México y Canadá hagan mucho más de lo que han hecho, y tienen que detener el fentanilo y las drogas que entran a Estados Unidos. Lo van a detener», añadió en el Congreso.
A finales de febrero la Casa Blanca amenazó con «abrir las puertas del infierno» contra los cárteles para garantizar la seguridad en la frontera con México.
«Están sobre aviso», afirmó recientemente el consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz.
«Han visto imágenes del ejército mexicano haciendo patrullas conjuntas con nuestra policía de aduanas y fronteras y con nuestro ejército para garantizar la seguridad en la frontera de Estados Unidos, porque sin una frontera, no tienes un país y no tienes soberanía», añadió.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, ha sido vago sobre el uso de la fuerza militar contra los carteles.
«Depende de dónde se encuentren», afirmó en respuesta a una pregunta durante una entrevista en la red social X.
México está dispuesto a colaborar pero sin dejarse avasallar.
«Pueden ponerle el nombre que quieran (a los cárteles), pero con México es coordinación, nunca subordinación, no injerencismo y menos invasión», afirmó recientemente la presidenta mexicana.
«No negociamos la soberanía», insistió Sheinbaum, que hace unas semanas ordenó el despliegue de 10.000 soldados en la zona limítrofe, donde operan los cárteles.
– «Infundiendo miedo» –
«Sus políticas y decretos apuntan a todos los inmigrantes, lo que incluye a millones que no representan absolutamente ninguna amenaza para la seguridad pública», protestó Nayna Gupta, directora de políticas del American Immigration Council.
«Están infundiendo miedo» en «todas las comunidades inmigrantes», cuando «más del 90%» de los migrantes en situación irregular «no tiene antecedentes penales y hace contribuciones críticas a nuestro mercado laboral y nuestras comunidades», declaró a la AFP.
Trump prefiere abrir los brazos a los extranjeros millonarios, como él, para quienes prepara un nuevo tipo de permiso de residencia llamado «tarjetas doradas» por un precio de 5 millones de dólares.
«Mientras eliminamos a los criminales, asesinos, traficantes y depredadores de niños a quienes se les permite entrar a nuestro país bajo la política de fronteras abiertas de estas personas, los demócratas (…) traeremos a gente brillante, trabajadora y creadora de empleos, que pagará mucho dinero», dijo a los congresistas.
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