Un estudio revela que las plantas se comunican con escarabajos a través del calor
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Un grupo internacional de científicos identificó un mecanismo de comunicación biológica hasta ahora poco conocido: algunas plantas se comunican con escarabajos mediante señales de calor, una estrategia que cumple un papel clave en la polinización. El hallazgo, basado en evidencia experimental y análisis neurológicos, demuestra que ciertas especies vegetales emiten radiación infrarroja para atraer de forma precisa a sus polinizadores.
La investigación, publicada en una revista científica especializada, se centró en las cícadas, un grupo de plantas que no producen flores y que existen desde mucho antes de la aparición de las abejas. Según el estudio, estas plantas se comunican con escarabajos a través del calor que emiten sus estructuras reproductivas, generando verdaderos “faros térmicos” detectables por los insectos.
Cómo las plantas se comunican con escarabajos a través del calor
Los investigadores comprobaron que los conos reproductivos de las cícadas pueden elevar su temperatura varios grados por encima del ambiente. Este incremento térmico no es accidental: funciona como una señal que guía a los escarabajos hacia la planta adecuada en el momento preciso del ciclo reproductivo.
Experimentos de campo y laboratorio mostraron que los insectos no solo se acercan a las plantas más cálidas, sino que buscan activamente las zonas donde el calor es mayor. Incluso cuando se eliminaron estímulos como el olor o la forma, los escarabajos respondieron a fuentes de calor artificial que imitaban la radiación infrarroja emitida por las plantas.
Sensores biológicos y detección infrarroja
El estudio reveló además que los escarabajos cuentan con sensores especializados en sus antenas. Mediante microscopía y análisis genético, los científicos identificaron neuronas capaces de responder al calor radiante. Estas neuronas expresan un gen asociado a la detección térmica, lo que confirma que los insectos perciben activamente la radiación infrarroja.
Cuando los investigadores bloquearon ese mecanismo sensorial, los escarabajos dejaron de reaccionar al calor, reforzando la hipótesis de que las plantas se comunican con escarabajos a través del calor de forma directa y específica.
El hallazgo aporta una nueva perspectiva sobre la evolución de la polinización. A diferencia de las flores coloridas que atraen insectos visuales, este sistema se basa en señales térmicas, lo que sugiere una forma de comunicación más antigua y especializada.
Los científicos señalan que este tipo de interacción explica por qué algunas plantas mantienen relaciones muy estrechas con un número limitado de polinizadores. La comunicación térmica reduce la competencia y aumenta la eficiencia reproductiva, aunque también limita la diversidad de especies asociadas.
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