El mayor foco activo hasta el momento, conocido como Smokehouse Creek, había quemado hasta el miércoles unas 344.000 hectáreas
Al menos 33 incendios forestales afectaban el miércoles el norte y este de Texas, en el sur de Estados Unidos, con el mayor de ellos aún fuera de control, mientras varias localidades permanecían evacuadas y algunas propiedades habían sido destruidas por las llamas.
Durante la noche del martes, la principal fábrica de armamento nuclear estadounidense, Pantex, situada en las cercanías de una de las zonas afectadas, debió interrumpir temporalmente sus actividades. La empresa anunció que reanudaría sus operaciones el miércoles.
Los mayores incendios activos golpean la zona conocida como Panhandle (mango de sartén, en español), bautizada así debido a la forma que tiene en el mapa esta área cuadrada en la parte superior, al norte de Texas.
Las áreas consumidas se elevaron a unas 397.000 hectáreas, según el más reciente reporte del Servicio Forestal del estado.
Según el Servicio Forestal de Texas, de los 33 incendios, seis están catalogados como “activos” y el resto estaba bajo control o contenido -aún ardiendo pero sin avanzar-.
El mayor foco activo hasta el momento, conocido como Smokehouse Creek, había quemado hasta el miércoles unas 344.000 hectáreas, y estaba “3%” bajo control. Se trata del segundo mayor incendio forestal que sufre Texas desde 1988, de acuerdo con datos oficiales.
Canadian, una de las ciudades cercanas al mayor incendio, tuvo varias áreas afectadas, aunque la población en riesgo ya había sido evacuada el martes. El alcalde de la ciudad, Terrill Bartlett, dijo este miércoles a CNN que no había nadie “gravemente herido”. “Nadie perdió la vida, pero algunas casas se quemaron”, explicó.
El meteorólogo de CNN, Chad Myers, dijo el martes que el fuego en Smokehouse Creek avanzaba a un ritmo de “dos campos de fútbol americano por segundo”.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, informó que el presidente Joe Biden estaba recibiendo actualizaciones del siniestro y que estaban en contacto con el personal en primera línea.
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“El fuego continúa”
“Esta mañana el viento ha disminuido y la humedad aumentó. Esto frenó la progresión de los incendios. Hoy (miércoles) comenzarán los trabajos para incrementar la contención de los incendios”, informó en su cuenta de la red Facebook el gobierno de la ciudad de Borger, otra zona cercana al mayor siniestro.
Las autoridades de Borger compartieron imágenes que muestran humeantes zonas devastadas, con varios inmuebles consumidos por las llamas. Maquinaria pesada trabajaba para cercar el avance de los incendios.
“El fuego activo continúa y recuerde que hay líneas eléctricas caídas y muchas de estas áreas siguen siendo peligrosas. Por favor respete a aquellos que han perdido propiedades y hogares y a nuestros socorristas que continúan apagando incendios y trabajando para contener el área”, detallaron en su cuenta.
Por su parte, la ciudad de Fritch, también en el área, permanecía sin electricidad ni agua y las autoridades instaban a la población a permanecer en refugios.
“Algunas de las casas todavía arden. Hay áreas donde puede que no haya fuego activo, pero las propiedades están dañadas y simplemente no podemos dejarles entrar allí. También hay esfuerzos en curso de búsqueda y rescate”, dijo Deidra Thomas, portavoz de Manejo de Emergencias del condado de Hutchinson (a donde pertenecen las ciudades de Borger y Fritch), en un video publicado en redes sociales.
🚨🇺🇸 Texas, US Fires
— Concerned Citizen (@BGatesIsaPyscho) February 28, 2024
Literal hell on Earth as fires continue to rip through Texas.
These look anything but natural. pic.twitter.com/Ca1De4QKRE
La oficina del Servicio Meteorológico de Estados Unidos en Amarillo, ciudad de Texas cercana a algunos de los incendios, pronostica “vientos ligeros” para el miércoles.
El martes, fuertes vientos aceleraron la expansión de varios de estos incendios y llevaron el humo hacia Amarillo, donde la calidad del aire era muy mala.
Greg Abbott, gobernador de Texas, anunció el martes una declaración de desastre natural para 60 condados, con lo cual se desbloquean recursos para combatir los incendios.
“Se espera que las condiciones cálidas y secas causadas por las altas temperaturas y el viento continúen en la región en los próximos días. Estas condiciones podrían aumentar el potencial de que estos incendios forestales crezcan y se vuelvan más peligrosos”, señaló el martes el gobernador.