El exmandatario de Colombia afirma que estas reformas son “una resaca de la vieja confrontación y del odio comunista”
Aunque el Congreso de Colombia se encuentra en medio del receso legislativo de mitad de año, previo a instalarse la nueva legislatura el 20 de julio, el expresidente Álvaro Uribe habló sobre una de las discusiones que más va a concentrar la atención en los próximos meses: la reforma laboral del Gobierno de Gustavo Petro, la cual considera “un capricho”.
Al haberse aprobado en primer debate, quedó viva para este nuevo periodo, en donde deberá superar los tres debates que le restan.
“La reforma laboral por costos y pánico a empleadores estimula más la informalidad y no crea empleo de calidad. Además, sin más empleos habrá más oferta de trabajadores y menos buenas condiciones laborales”, dijo el exmandatario, en reseña de la cadena Caracol.
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El también líder del Centro Democrático consideró que “la reforma no crea recargos, sino que aumentan los existentes. Todo parecería un capricho, una vanidad para derogar normas que se crearon en el gobierno presidido por un ‘fulano’”, aparentemente haciendo referencia a sus dos mandatos del 2002 al 2010.
El expresidente calificó la iniciativa del Gobierno como “una resaca de la vieja confrontación, del odio comunista”, afirmando que hay caminos diferentes para mejorar al trabajador, citando el aumento del salario y la reducción de la jornada laboral.
Tras su aprobación en la Comisión Séptima de la Cámara, la reforma laboral deberá superar el segundo debate en la plenaria y, en caso de ser así, se harán dos discusiones más en el Senado, para poder convertirse en una ley de la República.
