A pesar de arriesgarse a cruzar el Río Grande y luchar para llegar a la orilla, atravesar los alambre de púas, muchos terminan entregándose a la Patrulla Fronteriza
Luego de superar innumerables obstáculos, el último de ellos cruzar la frontera atravesando los alambres de púas, ya muchos sin recursos opta por entregarse a la patrulla fronteriza.
Un trabajo publicado por VOA, da cuenta de los casos conocidos de primera mano por una reportera que se encuentra en el sitio y ve como con los sueños rotos, muchos migrantes terminan entregándose.
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Tal es el caso de un venezolano que, en el camino a cumplir su sueño americano, duró 5 días secuestrados por bandas criminales, que lo soltaron porque no tenía dinero para pagar.
El venezolano el confesó a la reportera: “Me soltaron ahorita porque no tenía nada con qué pagar. Yo tengo un primo aquí (en EEUU) y me dijo que me entregara”.
La ola de migrantes ha desatado una nueva escalada en la crisis, al punto que en la última semana de septiembre más de 1.200 migrantes se las ingeniaron para pasar los alambres de púas.
Cruzan en grupo
Los grupos de migrantes no han parado en los últimos días, parecen indetenibles. Se organizan en grupo tomándose de la mano, asegurándose de que el caudal no sea más fuerte que ellos.
Así van cruzando hasta que llegan al alambre de púas instalado por autoridades estatales para evitar el cruce ilegal.
Esto ocurre justamente debajo de los puentes internacionales que conectan vehículos, peatones y trenes entre Piedras Negras, México y territorio estadounidense, reseña VOA.
Por si fuera poco las temperaturas alcanzan hasta los 40 grados Celsius y el polvo, los acompañan en su camino.