«Más del 41% de los venezolanos consideraría irse del país, lo que a todas luces indica que veríamos un nuevo éxodo migratorio», apunta investigadora
La desesperanza se consolida como la fuerza que mueve a millones de ciudadanos a dejar Venezuela. Según un informe difundido esta semana, el 24% de la población tiene un plan activo de migración antes de octubre.
Las razones son contundentes: más de la mitad de los encuestados asegura estar peor que hace un año, y cuatro de cada diez no tienen trabajo formal. la mayoría ya no cree en una salida política, y eso está acelerando el éxodo. Génesis Pérez con más información.
De acuerdo al Informe Social del Venezolano, elaborado por la consultora Datos es Noticia, la intención de migrar aumentó casi tres puntos en solo tres meses, alcanzando el 46,5% de la población. Lo alarmante no es solo el número que proyecta una nueva ola migratoria de hasta 4,7 millones de personas antes de octubre, sino el trasfondo político, económico y social que explica este éxodo.
Este crecimiento sostenido responde a un doble desencanto: por un lado, el agravamiento de las condiciones de vida bajo el gobierno de Nicolás Maduro y, por otro, la pérdida de fe en una salida democrática, sobre todo después de las elecciones del pasado 28 de julio de 2024, que estuvieron marcadas por un sinfín de irregularidades.
«Más del 41% de los venezolanos consideraría irse del país, lo que a todas luces indica que veríamos un nuevo éxodo migratorio venezolano tanto a países de Sudamérica como también buscando hacia Europa, justamente porque ya se conoce entre la población migrante los retos en materia de integración socioeconómica de regularización y el aumento de xenofobia que ha experimentado la región en los últimos años”, señala la investigadora María Gabriela Trompetero.
España, Colombia y Estados Unidos lideran los destinos preferidos por quienes planean dejar el país, y la elección varía según el género: mientras que las mujeres se inclinan por España, donde sienten mayor seguridad o ya cuentan con redes familiares, los hombres optan por Colombia, pese a sus rutas migratorias más riesgosas y muchas veces informales.
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El informe subraya también el deterioro económico como motor de la migración: más del 50% de los venezolanos afirma estar peor que hace un año, y un 40% asegura no tener empleo formal.
“En esta respuesta al éxodo venezolano no estaríamos frente a esa dinámica de solidaridad. Habría mayores retos para la población migrante venezolana, sobre todo aquella que emigra en condiciones de vulnerabilidad, ya que Venezuela todavía experimenta una emergencia humanitaria compleja”, agrega Trompetero.
En definitiva, este nuevo impulso migratorio no es espontáneo ni circunstancial. Es el resultado de una combinación de pobreza crónica, represión política y desesperanza generalizada. Y, aunque los números reflejan intenciones, si se concretan, marcarían un nuevo hito en el ya histórico desplazamiento venezolano, superando incluso el récord registrado entre 2018 y 2019.