Estaban como hermanos Jorge Rodríguez y Gerardo Blyde en el Foro por la Paz, cuando salió la decisión de la Unión Europea (UE) de renovar sanciones contra 17 funcionarios de Nicolás Maduro. A través de la Cancillería, el gobierno venezolano rechazó la medida y la calificó como “desafortunada” y “anacrónica”
La administración de Nicolás Maduro, rechazó la decisión de la Unión Europea de renovar las sanciones contra 17 funcionarios del gobierno de Venezuela por “las acciones persistentes de menoscabo de la democracia, el Estado de Derecho y los Derechos Humanos”.
El Reglamento de Ejecución prorroga hasta noviembre de 2023 las medidas contra todas las personas en la lista en el reglamento relativo a “medidas restrictivas habida cuenta de la situación en Venezuela”, publicado el 13 de noviembre de 2017, reseñó el Diario Oficial de la UE publicado el viernes.
A través de un comunicado, divulgado por la cancillería de Venezuela, el gobierno de Maduro, calificó la decisión de “desafortunada” y “anacrónica” y aseguró que, además, las sanciones no han logrado “cumplir con su objetivo”.
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“Las medidas coercitivas unilaterales aplicadas por ilegalmente por la Unión Europea de forma premeditada, castigan y violan masivamente los derechos humanos del pueblo venezolano, ya que sus consecuencias indirectas terminan por limitar el acceso a los alimentos, medicinas, insumos primarios, maquinarias, repuestos y equipos necesarios para garantizar derechos fundamentales y asegurar el normal desenvolvimiento de nuestra sociedad”, según el texto.
Consideran que la decisión tomada el mismo día que Nicolás Maduro se reunió con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien aseguran “manifiesta públicamente la voluntad de apoyar las negociaciones entre el Gobierno de Venezuela y la oposición, es incoherente y constituye una bofetada a la iniciativa francesa denominada Foro por la Paz”.
En el comunicado, el Ejecutivo nacional también indicó que esta medida es una política insana y una herramienta de chantaje político que se oponen a los principios democráticos, que se configura como una “peligrosa práctica contraria a los principios del Derecho Internacional”.
Al Foro por la Paz asistieron Jorge Rodríguez, por el oficialismo, y Gerardo Blyde, por la oposición, ambos representantes de la mesa de diálogo, donde ambos sostuvieron reuniones con el afán de reanudar las conversaciones entre las partes, suspendidas hace más de un año, en México.