¡AÑO FATAL! Venezuela se enfrenta nuevamente al escenario de la hiperinflación, alerta José Guerra
El tipo de cambio pasó de 52 bolívares por dólar en enero a 294 a finales de diciembre
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Con un tipo de cambio que aumentó más de 400 % en 11 meses, la creciente escasez de divisas y los precios aumentando a diario, Venezuela cierra este 2025 con un panorama que la acerca nuevamente a la hiperinflación.
La advertencia la hizo el economista y exparlamentario José Guerra, en una entrevista para La Patilla, donde alertó que el país actualmente se encuentra ante una “pre-hiperinflación” como consecuencia de las políticas aplicadas por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Guerra hizo un recuento del tipo de cambio oficial que pasó de 52 bolívares por dólar, en enero de este año, a más de 294 (cierre del 26 de diciembre), mientras que el dólar paralelo, aunque no aparezca por ninguna parte publicado, se cotiza en el mercado negro y se ubicó en cerca de 500 bolívares.
El experto explica que estas cifras derivan en "una devaluación acumulada superior a 470 %, con un ritmo diario cercano a 1,1 %, que —de mantenerse— podría traducirse en incrementos de más de 3.000 % en el 2026.
Guerra indica que este comportamiento no responde a distorsiones espontáneas del mercado, sino a una política de Estado.
En este sentido, dijo que el BCV aplicó inicialmente un esquema de mini-devaluaciones y luego avanzó hacia una mega-devaluación, acompañada de una fuerte expansión monetaria.
Sostiene que el origen del problema está en la emisión de bolívares sin respaldo en divisas, a través del financiamiento monetario del déficit, principalmente mediante operaciones vinculadas a Pdvsa.
Esta dinámica, explicó, “genera un exceso de liquidez en moneda local frente a una oferta muy limitada de dólares, lo que presiona al alza el tipo de cambio paralelo, que termina siendo el verdadero referente para la formación de precios”.
Para Guerra, esto permite al Estado licuar el valor real de sus obligaciones. “El bolívar es una deuda del gobierno. Al desvalorizarlo, el gobierno termina debiendo menos, pero a costa de empobrecer a toda la población”, sostuvo.
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Sin cifras oficiales
Cabe recordar que hasta hace algunos meses, el BCV había vuelto a publicar las cifras de la inflación, pero nuevamente las oculta.
Guerra explica que ello se debe a que, según estimaciones privadas, la inflación anual de 2025 se ubicaría entre 580 % y 600 %.
Dijo que solo en diciembre, el alza de precios podría superar el 20 %, con un impacto directo sobre salarios, consumo y actividad económica.
“Una inflación mensual de ese tamaño erosiona cualquier ingreso y aumenta el riesgo de repetir escenarios de desorden económico como los vividos en 2017”, recordó.
Principal ingreso
Por otra parte, Guerra destacó que el petróleo sigue siendo la principal fuente de ingresos en divisas del país.
Y, en este caso, las sanciones internacionales han distorsionado el negocio petrolero, obligando a vender crudo con fuertes descuentos, principalmente en mercados asiáticos.
“Como resultado, un barril que podría colocarse por encima de los 50 dólares termina vendiéndose cerca de los 30”.
Si a esto se suma el decomiso de buques vinculados a la llamada flota fantasma, se ha reducido el flujo de caja de Pdvsa y la capacidad del gobierno para intervenir en el mercado cambiario.
La consecuencia de este escenario, según Guerra, es la amenaza de recortes en la producción petrolera y una posible recesión en 2026.
Por otro lado, la escasez de divisas impacta, además, en la importación de diluyentes necesarios para procesar el crudo pesado de la Faja del Orinoco, lo que agrava la crisis del sistema refinador.
Los salarios
En otro punto, el exparlamentario se refirió al tema de los empleos. Dijo que la crisis no estaría en la falta de los mismos, sino en los ingresos.
Indicó que en el sector privado, los ingresos promedio oscilan entre 250 y 300 dólares mensuales, los cuales son insuficientes frente al costo de la canasta alimentaria.
En el caso del sector público, el salario mínimo permanece congelado desde hace más de tres años, reducido a centavos de dólar, y ha sido sustituido por un sistema de bonificaciones discrecionales que afecta especialmente a jubilados y pensionados.
Deuda
Para finalizar, Guerra destacó que el repunte de los bonos de la deuda venezolana en los mercados internacionales responde más a expectativas de un cambio político que a una mejora real de la capacidad de pago del país.
“No hay forma de pagar esa deuda en las condiciones actuales. Venezuela tendrá que reestructurarla”, afirmó.
Concluyó alertando que Venezuela enfrenta un 2026 de crisis agravada, si no se corrige el rumbo económico.
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