Crece el miedo de los migrantes ante las deportaciones masivas prometidas por Trump, mientras sectores de la economía de Estados Unidos podrían verse afectados por esta medida
La incertidumbre por las deportaciones no solamente afecta a los migrantes indocumentados en Estados Unidos, sino a los empresarios que tiene como mano de obra a muchos estas personas que están a la espera de las nuevas medidas que tomará el presidente electo Donald Trump.
Según el Centro de Migración Global de la Universidad de California-Davis, citado por CNN, estima que hay 10,5 millones de inmigrantes indocumentados en EE.UU., de los cuales aproximadamente 8,5 millones están empleados.
La cita la hace Giovanni Peri, economista y director del Centro de Migración Global de UCDavis, quien advierte que lo dueños de negocios, miembros de la industria y economistas advierten que medidas que planea la nueva administración Trump podrían tener un impacto sísmico en el mercado laboral y la economía de EE.UU..
Estamos hablando de las deportaciones a gran escala de inmigrantes indocumentados, junto con medidas fronterizas más estrictas y la revocación de protecciones que implementó el presidente Joe Biden.
Los sectores más golpeados por las políticas migratorias serían la agricultura, el ocio y la hospitalidad, la construcción y la atención médica podrían sufrir algunos de los mayores golpes.
Peri argumenta que “disminuir la [oferta de] trabajadores en un período en el que esos sectores necesitan más trabajadores y están teniendo dificultades para encontrarlos generará claramente una desaceleración”.
Al tiempo que agrega que “eso probablemente reducirá el sector, no llenarán las vacantes, algunas empresas cerrarán, algunas se ralentizarán y, luego, muchos otros efectos en cadena pueden ocurrir que pueden desacelerar el crecimiento y reducir el tamaño de la economía”.
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Migrantes con el alma en un hilo
CNN pulsó la opinión de los migrantes ante esta nueva realidad que se acerca con la asunción al poder de Trump, entre ellos el restaurador veterano Sam Sánchez, quien destaca que los efectos son evidentes.
Durante su visita esta semana a Little Village, en Chicago, un vecindario conocido como el “México del Medio Oeste”, advirtió que “algunos de los restaurantes [de Little Village] me dijeron que están en un 50% menos en ventas”.
“Las personas tienen miedo de caminar por las calles en este momento; hay mucho miedo … mucho miedo”, agregó Sánchez.
Explica que la situación genera incertidumbre “y ahí es donde comienza. Los empleados comenzarán a preocuparse y dirán: ‘¿Debería ir a trabajar? ¿Debería arriesgarme?’. La gran preocupación es que los restaurantes cerrarán sin empleados, y esta es solo una industria: hay millones de personas que trabajan y que son indocumentadas”.
