El presidente norteamericano ha hecho un nuevo llamado al Congreso para tratar de minimizar las matanzas
Después de conocerse la nueva matanza en Texas, donde un hombre armado con un fusil disparó contra una multitud en un centro comercial y asesinó a siete personas, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha solicitado de nuevo al Congreso una ley que promulgue la prohibición de la venta de armas de guerra.
Este nuevo tiroteo en Estados Unidos provocó el pánico el sábado en el Allen Premium Outlets, un complejo comercial en la ciudad de Allen, a unos 40 kilómetros al norte de Dallas, que estaba repleto de gente haciendo compras del fin de semana.
La policía dijo que un agente estaba en el lugar por otro caso cuando se escucharon disparos alrededor de las 15H30 (20H30 GMT). El efectivo “se enfrentó al sospechoso y lo neutralizó”, señaló el jefe de la Policía de Allen, Brian Harvey.
Biden calificó el evento como un acto de violencia sin sentido, por lo que le recuerda al Congreso que es necesario tomar medidas al respecto.
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“Una vez más, le pido al Congreso que me envíe un proyecto de ley que prohíba las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad. Que promulgue verificaciones universales de antecedentes. Que exija almacenamiento seguro (de las armas). Que ponga fin a la inmunidad para los fabricantes de armas”, dice un comunicado de la Casa Blanca.
Pero es poco probable que su exhortación tenga éxito porque los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes (baja), se oponen ferozmente a esas medidas, dice la agencia de noticias AFP.