Indígenas y campesinos tienen que saber la verdad sobre la coca para que vivan todo lo bien que merecen...¡Bienvenida la Sasha Inchi!
Hay alternativas para sustituirse los cultivos de coca en Colombia: el Ministerio de la Agricultura apoya a Gobernaciones en el impulso a la siembra y producción de Sacha Inchi.
La Sacha Inchi, también conocida como el Maní de los Incas –planta milenaria tradicionalmente cultivada en la Amazonia peruana, ecuatoriana y colombiana- nuez que ya cultivan más de 3.000 campesinos en Antioquia, Chocó, Guaviare y Cundinamarca.
Los cultivadores de coca deberían saber que mientras esta sólo se puede cosechar cada 3 meses, la Sacha es cosechable mensualmente; que 1 hectárea de coca al cultivador le reporta ganancias por unos 20 millones de pesos; la de Sacha, igual.
Lo que la Sacha Inchi o Plukenetia al año da 140 millones y la coca unos 80; sembrar una hectárea de Sacha cuesta 3 millones (ayudados a financiar por el Banco Agrario).
Y lo más importante la venta de la producción de Sacha es legal, comprada a precios justos por la empresa Inca Worldwide.
Inca Worldwide la procesa en una planta que tiene en Turbo, para luego exportar hacia supermercados naturistas en Estados Unidos, Ecuador, Perú, Panamá, Corea, Japón, Dinamarca y Países Bajos.
La Sacha Inchi, el Maní de los Incas, que genera tres productos (almendra, aceite y torta) tiene 17 veces más omega 3 que el salmón, en proteína sustituye a la soya, huevo y lácteos.
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Tiene 9 aminoácidos por lo que puede reemplazar a la carne; ayuda con la presión arterial al fortalecer el corazón, reduce el colesterol, sirve como antioxidante, agiliza las funciones cerebrales ligadas a la memoria y el racionamiento…Mientras que la coca, convertida en cocaína, ¡destruye!
¿Potencia de Sacha Inchi?
Colombia puede y merece pasar a ser del mayor productor de cocaína del mundo a convertirse en la primera potencia mundial de Sacha Inchi, por encima de China quien ya tiene 700.000 hectáreas sembradas y también su proceso industrial.
Ya va siendo hora de que esas casi trescientos mil hectáreas de coca que hay sean sembradas de Sacha, para el bien de nuestros indígenas y campesinos, y de la humanidad.
Toca lograrlo para que Colombia deje de seguir siendo estigmatizada como la Meca de la Coca.
Nuestros indígenas y campesinos tienen que saber la verdad para que vivan todo lo bien que merecen.
