Cómo TRUMP acude a viejas leyes para radicalizar su política migratoria
La política de "tolerancia cero" ha aumentado tras el tiroteo contra dos guardias nacionales cerca de la Casa Blanca
La política migratoria de 'tolerancia cero' de Donald Trump no se detiene. Tras el tiroteo de la semana pasada (26 de noviembre) en Washington DC en el que falleció un Guardia Nacional y otro resultó gravemente herido, el gobierno adoptó una serie de severas medidas migratorias para restringir aún más la entrada y la permanencia de extranjeros en el país.
El ataque a tiros contra dos miembros de la Guardia Nacional en la capital estadounidense fue perpetrado por un hombre que las autoridades han identificado como un ciudadano de origen afgano, quien entró a Estados Unidos en 2021 tras la retirada de tropas de ese país asiático.
Uno de los soldados atacados, Sarah Beckstrom, de 20 años, falleció a consecuencia de las graves heridas recibidas. En respuesta, Trump dijo que pausaría permanentemente la inmigración de lo que llamó países del “tercer mundo”, que incluye a Afganistán.
En junio, ese país figuraba en una lista junto a otras 18 naciones que tienen restricción parcial o total para que sus ciudadanos entren a Estados Unidos. El ataque puso nuevamente sobre el tapete el listado, ahora bajo la promesa de una prohibición permanente, según un post publicado por la Casa Blanca el fin de semana en la red social X.
“Ley de Inmigración y Nacionalidad, Sección 212(f): Cuando el Presidente determine que la entrada de cualquier extranjero o de cualquier clase de extranjeros a los Estados Unidos sería perjudicial para los intereses del país, podrá, mediante proclamación y por el período que considere necesario, suspender la entrada de todos los extranjeros o de cualquier clase de extranjeros, ya sean inmigrantes o no inmigrantes, o imponer a la entrada de extranjeros las restricciones que considere apropiadas”, se lee en el mensaje.
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El anuncio previo de Trump
Poco antes, Trump había publicado un mensaje en su red social donde resumió las nuevas directrices en respuesta al ataque:
“A pesar de los avances tecnológicos, la política migratoria ha erosionado esos logros y las condiciones de vida de muchos. Detendré permanentemente la migración de todos los países del tercer mundo para permitir que el sistema estadounidense se recupere por completo, eliminaré los millones de admisiones ilegales de Biden, incluidas las firmadas por el Autopen de Sleepy Joe Biden, y expulsaré a cualquiera que no sea un activo neto para Estados Unidos, o que sea incapaz de amar a nuestro país, que sea una carga pública, un riesgo para la seguridad o incompatible con la civilización occidental.
Estos objetivos se perseguirán con el fin de lograr una reducción significativa de las poblaciones ilegales y disruptivas, incluidas las admitidas a través de un proceso de aprobación no autorizado e ilegal de Autopen. Solo la MIGRACIÓN INVERSA puede remediar por completo esta situación. Por lo demás, ¡FELIZ DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS A TODOS, excepto a aquellos que odian, roban, asesinan y destruyen todo lo que Estados Unidos representa! ¡No estarán aquí por mucho tiempo!”, se le en el mensaje de Trump.
No es la primera vez
Desde que el presidente llegó a la Casa Blanca la primera vez el 20 de enero de 2017, activó una vieja sección de la Ley de Inmigración que le otorga poderes para cambiar partes de la ley de inmigración sin la aprobación del Congreso y convertir los cambios temporales en permanentes.
Fue así como durante su primer mandato la política migratoria de 'tolerancia cero' cambió el escenario construido a partir del gobierno de Ronald Reagan, quien en 1986 promulgó la Immigration Reform and Control Act, una amnistía que permitió regularizar la permanencia de unos tres millones de indocumentados que vivían en el país.
El plan, que contó con amplio respaldo bipartidista en ambas cámaras del Congreso, era poner fin a la inmigración indocumentada, pero en los siguientes 25 años el número de extranjeros no autorizados pasó de 1.9 millones que quedaron después de la amnistía a 12 millones al término del gobierno de Barack Obama, que deportó a más de 2.5 millones de personas sin papeles en sus dos mandatos (2009-2017).
Una semana después de llegar a la Casa Blanca en 2017, Trump se estrenó en el cargo con la promulgación de dos órdenes ejecutivas migratorias, una sobre las denominadas jurisdicciones o ciudades santuario y otra sobre la construcción del muro en la frontera con México.
Contrario a lo que muchos pensaron en un comienzo, los decretos no solo respondieron a sus promesas de campaña, sino al despertar y uso de la Sección 212 (f), una oscura y dormida parte de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) para cambiar normas y modificar radicalmente la interpretación de reglamentos redactados por el Congreso con un propósito, que según algunos expertos en leyes, es distinto al que ahora existe.
Pieza clave
Los cambios hechos por Trump a la INA entre 2017 y 2021 y los que busca hacer ahora tras el ataque en Washington DC la semana pasada, se apoyan en tal sección que faculta al presidente a suspender la entrada de extranjeros.
La Sección 212(f) otorga al mandatario poderes dependiendo de la situación que viva el país. “Siempre que el presidente considere que la entrada de cualquier extranjero o de cualquier clase de extranjeros a Estados Unidos sería perjudicial para los intereses de Estados Unidos…”, señala la herramienta tal y como publicó la Casa Blanca.
Incluso en 2017 la invocatoria cubrió otros, entre ellos que una aerolínea comercial no haya cumplido con las regulaciones en relación con los requisitos para la detección de documentos fraudulentos utilizados por los pasajeros que viajan a Estados Unidos (incluida la capacitación del personal en dicha detección).
Además, el entonces Departamento de Justicia de Trump durante el primer mandato dijo que la vieja herramienta le concedía al mandatario amplios poderes para hacer excepciones, por ejemplo, con los cónyuges o hijos solteros o adoptados legalmente de un ciudadano o de un extranjero admitido legalmente para residencia permanente, o de un extranjero que ha recibido una visa de inmigrante.
La larga lista de prohibiciones
La 'tolerancia cero' de Trump en este segundo mandato va más allá de las restricciones de viajes.
La frontera está cerrada, la política de asilo ha sido restringida al máximo, se redujo a un máximo de 7,500 cupos la entrada de refugiados, se implementó una nueva directriz migratoria para determinar buen carácter moral, se ampliaron las discreciones tanto a agentes como a fiscales para desestimar casos, aumentaron las detenciones y deportaciones expeditas, existen mayores escrutinios para aprobar beneficios y se suman las nuevas prohibiciones, entre otras medidas.
Todas han modificado una o más partes de reglamentos aprobados por el Congreso y no han contado con el apoyo del legislativo. Además, Trump sigue asegurando sin aportar evidencias concretas que la inmigración ha convertido a Estados Unidos en un caos y reclama constantemente acciones inmediatas para restablecer el orden.
Debemos “adoptar un sistema de inmigración que sirva al interés nacional”, se lee en la mayoría de de medidas y decretos publicados por el gobierno. Y para restablecer el estado de derecho y asegurar las fronteras, el presidente insiste en que se ha comprometido a construir un muro y garantizar la pronta eliminación de la inmigración indocumentada.
El Proyecto 2025, documento conservador que dibuja la reestructuración del gobierno federal, en su capítulo sobre inmigración recomienda cambios como los sugeridos por Trump “mediante acciones ejecutivas que sean legales y apropiadas”. Y respecto a la implementación de nuevas restricciones o prohibiciones, dice que “ICE debería aclarar quién es responsable de aplicar sus leyes penales y civiles”.
En otro apartado recomienda que las Operaciones de Deportación y Control de Aduanas (ERO) de ICE deben ser identificadas como las principales responsables de hacer cumplir las regulaciones migratorias civiles, incluyendo el arresto, la detención y la deportación de infractores migratorios en cualquier lugar de Estados Unidos, sin orden judicial cuando corresponda, sujeto únicamente a los requisitos de la INA para órdenes judiciales civiles, cuando corresponda.
Y también sugiere que “todos los memorandos del ICE que identifican zonas sensibles donde su personal tiene prohibido operar deben ser revocados”. Y que, para maximizar el uso eficiente de sus recursos, “ICE debe aprovechar al máximo las facultades existentes para la Deportación Expedita (ER)”.
Durante la campaña, Trump se desmarcó del Proyecto 2025, pero la 'tolerancia cero' es una versión muy cercana a las sugerencias hechas por sus autores, la Fundación Heritage.
Con información de Univisión

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