Hay posiciones y advertencias que el can da como preaviso, para evitar que su espacio seguro sea invadido
Si hay algo que es inevitable es conseguirse durante un paseo con un perro majestuoso, un animal vivaz y que tiene una capacidad de atracción que para muchos es adorable.
Estos encuentros tienden a ser experiencias agradables para los humanos y los canes, pero la misma pueden ser para el can una violación de su espacio seguro y como todo animal, busca a sobrevivir y el resguardo del mismo.
La afectividad que tiende a ser eufórica, podrían ser mal interpretada por el animal, el cual podría sentirse amenazado. Es aquí donde como humanos debemos saber llevar bajo ciertos parámetros el acercamiento a este animal que no conocemos o que estamos comenzando a conocer.
¡Qué bonito el perro!
Siempre consulta primero al dueño: Es lo más recomendable que previamente hables con el dueño y preguntes si el animal es dócil, o por el contrario es agresivo. El dueño puede orientarte sobre cuales zonas le gusta que le acaricien o por el contrario, puede decirte qué zonas no le gustan al perro que les toque.
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En esta primer acercamiento, debes tomar en cuenta si el animal está amarrado, se encuentra solo y su posición del cuerpo, ya que esto es una previa lectura sobre el nivel de estrés que podría tener el animal.
Las señales básicas de un perro: Es muy importante saber cuando un perro no está cómodo. Si el animal mantiene un constante bostezo, mira de reojo y muestra la parte blanca del ojo, se lame constantemente la nariz. Se encoge, agacha la cabeza o las orejas y mete el rabo entre las piernas, si cierra la boca y te mira fijamente. Gruñe o ladra o te muestra los dientes, debes tomar ciertas precauciones.