Todos tenemos la capacidad de meditar, de hacer parar esos pensamientos. Aquí una guía práctica para lograr la meditación activa
Estar en absoluta paz, sin pensar nada durante horas es un entrenamiento que puede durar años y dependerá mucho de la sanidad de nuestras emociones; pero si hay hábitos que podemos ir desarrollando que nos pueden ayudar a la meditación activa.
Está científicamente comprobado que la meditación trae innumerables beneficios para la salud tanto física como mental, es por ello que se recomienda practicarla a diario si es posible.
Con el ritmo de vida en la actualidad, y al estar tan expuestos a diversos estímulos, es muy probable que seas de ese tipo de personas que son inquietos y le cuesta concentrarse.
Si eres de esos que cada vez que lo intentas no puedes quedarte quieto, te distraes y terminas por aburrirte y dejarlo; aquí te mostraremos cómo puedes hacer la meditación activa.
Si eres de los que tienes poco tiempo para dedicarte unos minutos a meditar esta información es ideal para ti.
Una de las mejores formas de practicar la meditación activa es estar en el aquí y ahora, es decir concentrarse en la actividad que estés haciendo y combinarlo con una respiración consiente.Sentir tu respiración a medida que haces la actividad.
Contemplación
Para muchos la hora del café en las mañanas es sagrada. Es un momento íntimo en el cual apreciamos disfrutar no solo de tomar el café, sino en algunos casos ver el amanecer, la naturaleza, o acariciar una mascota.
Este tiempo que te dedicas a ti es considerado una meditación activa.
Caminar es una forma de practicar la meditación activa
Caminar ofrece múltiples beneficios para la salud física y mental. Cuando caminamos nos relajamos, despejamos la mente. Cuando hacemos las caminatas podemos apreciar nuestros pensamientos, emociones y sensaciones.
La actividad física nos hace liberar endorfinas y por consiguiente, mejora nuestro estado de ánimo.
Practicar yoga también ayuda a relajar la mente, al realizar movimientos lentos y hacer las respiraciones.
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Practica la mediación activa con haciendo manualidades
Las actividades manuales nos ayudan a mantener el foco y dejar de divagar; es por ello que realizar actividades manuales como tejer, bordar, coser, hacer figuras con papel, tela, foamy, cerámica, madera, bisutería u otros materiales nos ayuda a bajar los niveles de estrés.
Las manualidades nos llevan a desarrollar la concentración, estimulan la creatividad y nos aporta sensación de estar relajados.
Trabajar la tierra
El solo contacto con la naturaleza mejora nuestras condiciones de salud física y mental; por lo que el cuidado de plantas y árboles puede convertirse en una actividad placentera.
Conectar con la tierra y las plantas puede aportar tranquilidad, y la sensación de descargar la energía a través de estos elementos de la naturaleza.
Realizar labores del hogar
Otra forma de hacer una meditación activa se da cuando ordenamos o hacemos una labor del hogar. Aquí es muy importante tomar conciencia de que es una práctica.
Para ello se elige la actividad, de dispone de un tiempo y luego se realiza con mucha concentración y haciendo respiraciones consientes. Es decir estar atentos a cómo estamos respirando. Sentir la entrada y salida del aire por nuestras fosas nasales, llenar los pulmones y luego expulsarlo.
Es importante recordar que la respiración es una de las claves para lograr la relajación y con ella entrar en un estado meditativo.