Sembrarlos, verlos germinar, florecer y dar su fruto es todo un espectáculo de la naturaleza…cultivos caseros que, además, son saludables
Varios factores permiten que tengas cultivos caseros: son una alternativa de autoconsumo, contribuyen a tu nutrición, y apoyan la sostenibilidad ambiental.
Tener un cultivo propio te ayuda también a comer sano. Si quieres tener tu siembra toma nota y mira lo que debes tener en cuenta:
1. El espacio: debe cumplir con una buena luminosidad, aireación, acceso al riego y facilidad para que puedas estar atento a la cosecha. Una terraza o un balcón resultan geniales.
2. La luz: luminosidad en patios y terrazas es lo ideal, permite que la planta vaya de acuerdo con el sentido de la rotación solar.
3. El agua: las semillas en germinación y las plantas jóvenes requieren de riegos permanentes. Riégalas con frecuencia y precaución para no inundarlas.
4. El aire: asegura la rotación del viento en tu cultivo, esto les permite respirar a tus plantas, evita las corrientes de aire fuerte.
5. Los recipientes: puedes utilizar recipientes o contenedores como cajones de madera, canales, envases, botellas plásticas, bolsas para la construcción de tubulares y cojines.
Lee más: DOGECOIN: el dinero del futuro
Qué puedes sembrar
Cultivar un huerto en tu casa puede ser más fácil de lo que te imaginas. Estos son los cinco vegetales más fáciles de sembrar como cultivos caseros.
Además, ¡te pueden aportar grandes beneficios para tu salud!
Tomates: a pesar de ser fruta se suele consumir como hortaliza. Posee altas cantidades de nutrientes (potasio, fósforo, antioxidantes y vitaminas A, C y E).
Además de su función nutritiva, beneficia al organismo, previniendo enfermedades crónicas, como problemas de corazón, diabetes o cáncer.
Cultiva la planta en un, lugar con abundante luz y regarla en pequeñas cantidades, un par de veces por semana.
Plántala profundamente, ya que desarrolla largas raíces largas y abundantes. Y las hojas más cercanas al suelo son propensas a las enfermedades, así que debes eliminarlas periódicamente.
Zanahoria: es otra hortaliza fácil de cultivar, y con altas propiedades nutritivas; mantén la humedad de la tierra.
Las zanahorias son ricas en vitamina A, antioxidantes y fibra dietética. Además de ser buena para la vista, comerla cruda fortalece los dientes y las encías.
Pueden sembrarse todo el año y crecen sin gran dificultad.
Pimientos: para cultivar esta hortaliza necesitas disponer de un terreno soleado, plantando las semillas a una distancia entre planta y planta de entre 40 y 50 cm y un riego constante.
Los pimientos verdes, rojos y amarillos rojos, contienen nutrientes como el folato, tiamina y manganeso, y son ricos en fibra y en vitaminas C y B6.
También contienen una sustancia que se llama capsaicina, con efectos analgésicos.
Espinacas: son relativamente fáciles de plantar en casa. Lo puedes hacer en pequeños huertos, separadas por unos 30 centímetros de distancia entre sí.
Ayuda a mantener en su cultivo suficiente materia orgánica.
Necesita poco calor y sol.
Es un alimento de alto nivel nutritivo, posee muchas propiedades saludables como antiinflamatorio.
Tiene beneficios neurológicos y ayuda a regular la presión arterial y a mejorar el metabolismo.
Guisantes: arveja o chícharos, aportan muchos minerales (potasio, fósforo, calcio, hierro), fibras, azúcares, hidratos de carbono y proteínas, además de vitamina A.
Es un alimento indicado para diabéticos y ayuda a eliminar el colesterol.
También tiene un efecto tranquilizante, beneficioso para el sistema nervioso y para conciliar el sueño.
Se pueden cultivar principalmente en un clima fresco, sin demasiado calor, y se adaptan bien en todo tipo de suelos.
Además, al hacerlo mejoraremos la estructura del suelo, pues fijan nitrógeno a la tierra, para que puedas seguir ampliando tu huerto casero.