La última semana de agosto y primeros días de septiembre hicieron pensar a los venezolanos en la crisis de hace algunos años, cuando la escalada cambiaria pulverizó sus ingresos y provocó la segunda reconversión monetaria de la era madurista
La última semana de agosto y los primeros días de septiembre, cuando la carrera del tipo de cambio para escalar barreras se aceleró, representó el retorno de los más oscuros temores de los venezolanos, aquellos del 2017 y 2018, cuando la divisa aumentaba varias veces al día y lo poco que se tenía en los bolsillos, prácticamente se convertía en el sal y agua.
Y es que este “desastre cambiario” se da justo cuando Nicolás Maduro y sus funcionarios se esforzaron en remarcar la matriz de opinión de que “Venezuela se arregló”, respaldada en cifras de crecimiento económico que el Banco Central de Venezuela (BCV) ubicó entre 17% y 20% entre finales del 2021 y los primeros meses del 2022.
¿De dónde salieron esas cifras? ¿Cuáles son las causas del repentino aumento del precio del dólar? ¿Cómo ha influido en la determinación de los precios? ¿En cuánto se han devaluado los pocos ingresos que en dólares o en bolívares tienen los venezolanos?
Son muchas preguntas que trataremos de responder en este trabajo, donde el economista Luis Vicente León, director de Datanálisis explica como el cúmulo de errores y la falta de una política económica errática, han traído como consecuencia esta situación.
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La inyección de divisas y reconversión
Desde el año pasado, el BCV optó por inyectar dólares al sistema cambiario, a través de los bancos, para que las instituciones las oferten al público a una tasa establecida por el ente emisor y en un máximo de 48 horas.
Durante el 2021, el BCV intervino en este sistema hasta lograr inyectar hasta 1.500 millones de dólares, lo cual mantuvo el tipo de cambio “controlado”, hasta diciembre.
Pero, en este punto, cabe acotar que, desde el 1 de octubre del 2021, entró en vigencia la segunda reconversión monetaria de la administración de Nicolás Maduro, con la cual se le quitaron seis ceros al bolívar.
Para agosto del año pasado, el precio del dólar estaba alrededor de 4.139.860,26 bolívares y para octubre, cuando entró en vigencia la reconversión, la divisa se situaba en Bs. 4,1 en promedio.
Y alrededor de este tipo de cambio se mantuvo hasta marzo de este 2022, lo que trajo cierta estabilidad en los precios, contuvo la inflación y dio pie para que expertos y organismos internacionales, contra todo pronóstico, vaticinaran “el crecimiento” de la economía nacional.
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Aumento salarial e intervención
También en marzo, Maduro decretó el aumento del salario mínimo que pasó de Bs. 7 a Bs. 130, un salto enorme que permitió cierta mejora en los ingresos de los trabajadores de la administración pública y los jubilados y pensionados del Ivss que pasaron a ganar de casi 2 dólares a más de 29.
Así, continuó el rumbo del BCV por la senda de la intervención cambiaria que no solo mantuvo a raya a la divisa, sino que logró la salida del ciclo de hiperinflación de tres dígitos y se registraron los índices de inflación más bajos de los últimos años.
La escalada
A medida que pasaban las semanas y los meses, los expertos advertían que la acción del BCV no podría mantenerse en el tiempo, porque los dólares que usaba para intervenir en el mercado no durarían para siempre.
Oficialmente, el BCV nunca informó ni sobre las intervenciones o sus montos y tampoco dijo de dónde sacaba el dinero para las mismas. En este sentido, las fuentes para las inyecciones eran dos: las reservas internacionales y los ingresos petroleros que aumentaron, a medida que avanzó el 2022, sobre todo tras el comienzo de la guerra en Ucrania.
Y, precisamente, luego de marzo, entre abril y julio, comenzaron a registrarse aumentos paulatinos en el tipo de cambio y la consecuencia directa fue el incremento de la inflación.
Extraoficialmente, se conoció que el BCV estaba disminuyendo la inyección de divisas y también ocurrió la implementación del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) que pecha con impuestos de entre 3% y 20% las operaciones que se hacen divisas.
El argumento del Gobierno era que debía “impulsar el uso del bolívar” por encima del dólar.
Una vez más, los expertos alertaron que el IGTF sería “inflacionario” y así ocurrió.
Solo fue hasta finales de agosto cuando diputados de la Asamblea Nacional chavista admitieron la inyección de dólares del BCV a la banca y hasta revelaron que entre enero y agosto intervinieron el sistema en más de 30 ocasiones, por un monto que ronda los 3.000 millones de dólares.
Para el momento de la redacción de este trabajo, el monto inyectado por BCV se acercaba a los 3.800 millones de dólares, este año.
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Las causas
Al respecto, la Cámara de Comercio de Maracaibo, en un reciente comunicado, resumió las causas del incremento del precio del dólar.
“La causa fundamental es la insuficiente oferta de divisas por parte del Banco Central de Venezuela, cuyas reservas internacionales se encuentran en estos momentos en niveles críticos por debajo de los 5.500 millones de dólares”, señala un comunicado del gremio.
Agrega que esta situación fue “originada principalmente por una menguada producción petrolera, fuente tradicional de moneda extranjera en el país. En un mercado de pocas divisas, con pocas exportaciones, pero con importaciones cada vez mayores de bienes de consumo debido al debilitamiento de la industria nacional, es razonable prever una demanda de divisas cada vez mayor”.
“El aumento del tipo de cambio tiene un impacto directo en los precios en bolívares, donde la mayoría de los bienes y servicios están fijados por la moneda norteamericana, por lo que, tras el alza de la cotización, no es difícil prever un repunte inflacionario con severas consecuencias sobre el nivel de vida del ciudadano común”, añadía la Cámara.
La economía no está en equilibrio
Sobre el tema, el economista Luis Vicente León asegura que “la economía venezolana como conjunto no está en equilibrio. Es como un cuero seco donde una de las partes se puede mantener abajo, pero las demás de van a subir. Puedes estabilizar el dólar vendiendo divisas. Puedes tratar de hacer muchas cosas para que el dólar esté estable, pero el resto de las variables se mueven”, explicó.
Dijo que, por ejemplo, “te gastas (Maduro) tu flujo de caja, hay inflación en bolívares que no es reconocida en la devaluación, entonces se encarecen los productos en dólares. Tienes un montón de desequilibrios”.
Expresó que “la política del Gobierno ha sido mantener estable el tipo de cambio porque cree que eso le permite mantener la mejor situación económica, pero llega un momento en que para hacer eso, tienes que tener mucha plata y la misma se puede agotar”, dijo.
Sostuvo que, en ese ínterin, “puedes tener problemas de flujo de caja, rezago de cobros petroleros, retrasos en Rusia con el pago del petróleo que mandas China y, sobre todo, puedes equivocarte pensando en que, como lograste estabilizar el precio del dólar, puedes anclar el tipo de cambio oficial y crees que bajando el dinero (la inyección de divisas), puedes mantenerlo, con la creencia de que la gente tiene confianza en la estabilidad. Precisamente, allí se le fue el tipo de cambio para arriba”.
León acota que el BCV regresó a su estrategia de inyectar divisas a la banca, “pero lo hace a un tipo de cambio mayor, reconociendo la devaluación”, en referencia a que, a diario, el BCV ha ido moviendo el tipo de cambio oficial, pero al alza.
Dudas sobre las reservas
Por otro lado, Luis Vicente León es de los que cree que el banco central no está quemando reservas.
“No tenemos información de que el gobierno esté quemando reservas internacionales. Está financiando la estabilización del precio de la divisa, fundamentalmente con el flujo de caja de Pdvsa, de las exportaciones petroleras”.
“Pero –agrega-, esta no es la única cosa que está haciendo para estabilizar el tipo de cambio. Mantiene también, muy restringida, la liquidez monetaria. Tiene una política muy fuerte y recesiva de contracción de liquidez y tiene limitado el crédito bancario, para evitar que haya desplazamientos importantes de precios y que haya efectivo, para evitar la adquisición de divisas”, dijo.
No se pueden determinar los tiempos
Acerca del tiempo en el cual el BCV mantendrá esta política de “estabilización”, el economista aclara que “en economía es muy difícil predecir los tiempos”.
“Estando la economía desequilibrada, es poco probable que se pueda mantener el tipo de cambio estable. En algún momento llega la presión que hace que, a juro, el mercado presione a la devaluación”, enfatizó.
“Si tú dejas mucho tiempo, la inflación en bolívares sigue, lo que haces es encarecer de manera brutal, en dólares, la mercancía interna. Llega un momento en que el consumidor, simplemente llega a un nivel de empobrecimiento que exige el incremento de la remuneración y este presiona la liquidez, esta presión aumenta la demanda de divisas y eso, a su vez, incide en el tipo de cambio. Es decir, es una espiral”, alertó.
No obstante, añade que “el gobierno, en el corto plazo, sí tiene margen de maniobra para ir manteniendo estable el tipo de cambio, pero solo por un tiempo. Esto ocurre porque el mercado es chiquito, no se necesitan tanto dinero en un mercado tan limitado. Por ello, reconoce que lo puede mantener en Bs. 8 y por allí se va a quedar, por el momento”, aclaró.
Inflación y crecimiento
Las consecuencias de estas maniobras para mantener el tipo de cambio se reflejan en la inflación, “y la inflación reduce el consumo y esto, a su vez, reduce las proyecciones de actividad económica, tanto del Producto Interno Bruto (PIB), como del consumo”.
Sin embargo, también aclara que la situación no es tan grave para “reducir las proyecciones de crecimiento. Esto puede desacelerar el crecimiento, pero no vas a caer. Lo que quiere decir que, de todas, todas, la economía venezolana va a crecer este año, porque al fin de cuentas, el gobierno mantiene este caballito frenado, a punta de medidas restrictivas”.
De hecho, dijo que si las proyecciones de crecimiento eran entre 7% y 10%, ahora serán de entre 5% y 7%. “Se sigue creciendo de todas maneras, no porque Venezuela se arregló, porque eso es una estupidez, sino porque la base desde la que se calcula es muy baja. Hay que recortar que entre el 2013 y 2020, se pulverizó el PIB, por lo que cualquier cosa se considera crecimiento, sobre una base tan baja”.
Finalmente, León lamentó que no habrá “una corrección en el precio de la divisa y menos en su valor real”.
Tampoco cree que haya desabastecimiento o escasez, “a menos que el gobierno entre en un proceso de control de precios, porque si lo hace, no hay duda de que generará inflación, escasez y desabastecimiento”.
Recomendaciones y aclaratorias
Sobre el tema, la Cámara de Comercio de Maracaibo hizo algunas aclaratorias y recomendaciones
*La tasa de cambio actual sigue aún por debajo de su valor real de equilibrio. El dólar continúa estando subvaluado.
*La estrategia gubernamental de estabilizar la economía nacional a través de un anclaje artificial, inicialmente eficaz en la lucha contra la hiperinflación, no podía continuar de manera indefinida debido a lo costoso de dicha estrategia.
*Mantener la meta de una moneda nacional fuerte y estable hoy en día, es negar la realidad de nuestra balanza de pagos y exponernos a episodios repetidos de devaluación incontrolada, que terminan por afectar la todavía frágil recuperación económica y solo benefician a las finanzas públicas, en detrimento de los acreedores en bolívares, de los asalariados y de los jubilados.
Por lo tanto, la Cámara de Comercio de Maracaibo “hace un llamado al Gobierno a reevaluar varias medidas económicas adoptadas recientemente y destinadas a forzar el uso del bolívar, como lo son el Impuesto General a las Transacciones Financieras (IGTF del 3% sobre pagos en dólares) y eliminación de los pagos desde cuentas custodia.
En estos momentos, la prioridad debe ser la bancarización de los dólares en circulación y facilitar su uso como método de pago, para también aumentar la limitada capacidad de crédito de la banca”.
“Mientras no se logre la indispensable normalización y reinserción del país en los mercados financieros y petroleros internacionales, y se obtengan mayores ingresos de divisas, el BCV debe adaptar el ritmo de devaluación y acercarlo progresivamente al valor de equilibrio”, puntializó.