En su día nacional, la administración de Nicolás Maduro hace promesas, mientras que las ONG develan que estos funcionarios públicos trabajan con las uñas
Este 20 de agosto se celebra el Día Nacional del Bombero en Venezuela. Uno de los pocos servidores públicos que realmente arriesga mucho por cumplir con su labor con mística y ahínco. Salvar vidas.
Con un pago que a veces deja mucho que desear y sin herramientas, estos hombres y mujeres intentan cumplir con sus labores diarias, para llevarse la satisfacción de haber cumplido su labor, entre promesas de los gobernantes y el aplauso de un pueblo.
La organización No Gubernamental de Derechos Humanos, Caleidoscopio Humano, denunció que en el país hay aproximadamente 100 cuerpos de bomberos que no cuentan, ni siquiera con agua, para combatir incendios.
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“Sin agua, sin vehículos, sin equipos de protección adecuados y con salarios precarios los bomberos venezolanos salvaguardan la vida y el patrimonio de los ciudadanos… No disponer de agua suficiente no solo es una violación a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (Desca) sino que también aumenta los riesgos en situaciones de emergencia y atenta contra la vida y el patrimonio de los venezolanos”, expresa la organización a través de sus redes sociales.
La administración de Maduro y los bomberos
Este sábado, el ministro del interior y justicia de Nicolás Maduro, Remigio Ceballos, encabezó un acto en donde ascendieron a 6.585 bomberos y condecoraron a otros 380, además de entregar la dotación de 60 vehículos mejorados para el sistema de emergencias.