En marzo, cuando el salario fue aumentado a 130 bolívares, a la tasa de cambio de esa época, el ingreso era de casi 30 dólares. Actualmente, esos ingresos se redujeron a solo 16 dólares
Desde hace años, el salario mínimo en Venezuela es el más bajo de la región. Y no importa en qué proporción lo hayan aumentado, tanto Hugo Chávez como Nicolás Maduro, en estos 20 años de socialismo, los ingresos de los venezolanos están por debajo del umbral de pobreza extrema que establece el Banco Mundial, que es de de 1,90 dólares al día.
Pero, lo que ha ocurrido con el salario de los venezolanos, sobre todo de los que ganan el ingreso mínimo, es prácticamente un milagro, si se toma en cuenta que desde marzo de este año, cuando se aumentó a 130 bolívares, que equivalían a unos 29 a 30 dólares, a la última semana de agosto, ese salario se redujo a la mitad, en cuestión de días.
La cuenta es fácil de sacar. En marzo, la tasa de cambio rondaba los 4.8 dólares. Cinco meses después, la tasa supera los 8 bolívares y esos 130 bolívares equivalen a 16 dólares y así que, simplemente, están desapareciendo.
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La mentira de la recuperación
Lo que ocurrió en apenas 10 días, a finales de agosto, cuando el dólar pasó, en horas, las barreras de los 7, 8 y 9 bolívares, hasta rozar casi los 10, echa por tierra dos afirmaciones de la administración de Maduro: que Venezuela creció y que la inflación seguirá bajando.
“No es verdad que se ha logrado un crecimiento orgánico (de la economía) que pueda traducirse en bienestar, por lo menos por la vía del salario”, dijo el fin de semana a la agencia Efe el director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), Oscar Meza.
El ingreso, “además de ser el más bajo de Latinoamérica, está por debajo del umbral de pobreza extrema”, recordó.
Según los reportes del Cendas-FVM, de este año, antes del ajuste de marzo, se necesitaban 300 salarios mínimos para cubrir el costo de la canasta Alimentaria de ese mes.
Luego, con el ajuste a 130 bolívares, solo se requerían 16. Sin embargo, ya para julio, no eran esos 16, sino que había aumentado a 21,20 ingresos mínimos para acceder a los mismos 60 alimentos de la canasta.
No era sostenible
El CENDAS aún no hace los cálculos de la Canasta de agosto, pero, su director señala que seguro lo que ocurrió con el dólar incidirá, lo que empeora con el hecho de que los casi 500 dólares que se gasta solo en alimentos, aumentan a unos 1.000 dólares, si se incluyen rubros como salud, educación, servicios, higiene personal y vestido y calzado.
Por otro lado, en conversación con Impacto Venezuela, Meza asegura que el dólar seguirá subiendo, porque “no es sostenible la política de intervención del BCV”.
De paso, lamenta que “no se publiquen las cifras macroeconómicas, lo que muestra que hace falta un plan de ajustes que no hay”.
Por ello, para el experto, “esta situación no tiene salida desde el punto de vista económico. La única era intervenir con dólares y lo que ve es que el BCV ya no puede. Creo que el dólar no se va a estabilizar”.
Sobre las el costo de la Canasta Alimentaria de agosto, dijo que “por la medida bajita y con datos preliminares, se ubicará entre 500 y 600 dólares”
De su lado, el economista, Hermes Pérez, alerta que el panorama puede empeorar, puesto que el tan temido “rebrote inflacionario”, del que habían hablado los expertos, cuando el BCV arreció en su estrategia de controlar el precio del dólar, está ocurriendo.
“Preocupa el rebrote inflacionario que se viene observando desde junio. El dato de agosto es el más elevado desde julio de 2021. Al respecto, se mantienen las causas que propiciaron la hiperinflación, a saber: el financiamiento monetario ilegal del BCV a Pdvsa”, publicó el experto en Twitter.
