Anaida Galindo es la esposa del actual candidato conservador Pierre Poilievre, quien busca destronar al actual primer ministro canadiense
En 1996 su padre fue profético. Decidió irse con sus hijos y su esposa a Canadá, después de haber hecho una vida de negocios en Venezuela, pero al ver qué un debacle económico y social estaba en puertas, el papá de Anaida Galindo quiso forjarle un futuro a lo suyos.
Anaida desde pequeña entendió que de los sacrificios podría sacar frutos. Fue entonces cuando lidiando con el idioma, con la idiosincrasia y el estigma de ser latina en un país muy al norte, se fue preparando, estudiando otros idiomas, hasta alcanzar una carrera universitaria y posteriormente parlamentaria, que ahora y tras conocer el amor, la podría llevar a lo más alto del poder en Canadá.
Esta joven venezolana, que aparentemente ha vivido su historia de Cenicienta, conoció a su actual esposo en el parlamento canadiense. Ella era asistente parlamentaria y el senador y ex ministro de economía.
El amor entre Anaida Galindo y Pierre Poilievre llegó rápido. En 2017 se casaron y ahora ella trabaja palmo a palmo con su esposo, para lograr llegar a la silla de Primer Ministro, tras ser elegido el fin de semana líder del partido conservador.
La historia como enganche político
La historia de migrante de Anaida y su familia, sirvió de palanca para la campaña que lleva a cabo su esposo, ahora líder del partido conservador.
De hecho, el discurso de presentación de Anaida, donde habló sobre sus raíces venezolanas y todo el trabajo que llevo a cabo su padre para levantar la familia, sirvió de impulso para que los seguidores del partido conservador se identificaran con Poilievre y saliera victorioso en la contienda primaria, alistando toda su batería para las venideras elecciones en el 2025 a Primer Ministro.
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“Mi padre pasó de llevar trajes de negocios y dirigir un banco a subirse a la parte trasera de una camioneta para recoger frutas y verduras. Eso es lo que tenía que hacer para alimentar a su familia. No hay mayor dignidad que mantener a tu propia familia”.
La venezolana comenta que llegó a la política por accidente, pero recalca que dicho accidente ahora la conduce no solamente una relación amorosa de por vida, sino también, a una situación que le permite identificarse con su pareja, a pesar de que ambos provienen de raíces diferentes.
“Fue un bonito accidente. Nunca tuve la intención de trabajar en un entorno político. La política me encontró y me viene bien”, dice Anaida Galindo.