“Tenemos que sacarlas rápido, porque van a destruir nuestro país. Basta con echar un vistazo a dónde viven. Viven en hoteles de lujo en la ciudad de Nueva York y otros lugares”
“Está mintiendo”, protestó Joe Biden después de que el republicano Donald Trump afirmara que Estados Unidos se convirtió en “un nido de ratas” sin fronteras, donde los migrantes “están matando” a los estadounidenses debido a las “políticas ridículas” del demócrata.
El magnate republicano se explayó sobre la migración, su tema favorito, en el primer debate entre ambos candidatos para las elecciones presidenciales de noviembre.
Como suele hacer en sus mítines, Trump hizo acusasiones graves sin aportar pruebas.
“Tenemos una frontera que es el lugar más peligroso del mundo”, “él la abrió y estos asesinos están entrando a nuestro país y están violando y matando mujeres”, afirmó en la sede de la CNN en Atlanta, en el este del país.
“Estamos viviendo ahora mismo en un nido de ratas (…) cada estado es ahora una frontera y debido a sus políticas ridículas, demenciales y muy estúpidas, la gente está entrando y está matando a nuestros ciudadanos a un nivel nunca visto”, insistió.
“Está exagerando, está mintiendo”, se defendió el demócrata, quien hace tres semanas firmó un decreto que restringe la entrada de migrantes por la frontera con México cuando haya más de 2.500 cruces irregulares en el promedio de siete días y endureció los estándares para solicitar asilo.
Un informe publicado este jueves por el Instituto de Políticas Migratorias (MPI), con sede en Washington, afirma que la administración Biden llevó a cabo más expulsiones de migrantes en situación irregular que la anterior.
“Combinando deportaciones con expulsiones y otras acciones para bloquear la entrada de migrantes sin permiso a Estados Unidos, los casi 4,4 millones de repatriaciones del gobierno de Biden son ya más que cualquier mandato presidencial desde el gobierno de (el republicano) George W. Bush”, que alcanzó 5 millones en su segundo mandato, señala.
Además, los crímenes violentos rozan sus niveles más bajos en décadas, según los últimos datos del FBI, que datan de 2022.
Lea también: Trump y Biden se caen a agresiones durante primer debate presidencial televisado
“Hoteles de lujo”
A pesar de algunos crímenes muy mediatizados no hay “pruebas” de la ola de delincuencia migratoria descrita por Trump, declaró a la AFP Nicole Hallett, directora del Centro para los Derechos de los Inmigrantes de la Universidad de Chicago.
Según el republicano esas personas vienen de “prisiones”, “instituciones mentales, manicomios” y van a “acabar con la seguridad social”.
“Tenemos que sacarlas rápido, porque van a destruir nuestro país. Basta con echar un vistazo a dónde viven. Viven en hoteles de lujo en la ciudad de Nueva York y otros lugares”, afirmó el expresidente, que amenaza con llevar a cabo “la deportación más grande en la historia” de Estados Unidos si gana las elecciones.
“No hay datos que respalden” lo que dice, afirmó Biden, quien recordó que, durante su mandato, su predecesor trató como delincuentes a los migrantes que intentaban entrar ilegalmente en territorio estadounidense, con lo que perdían la custodia de sus hijos.
“Cuando era presidente, separaba a los bebés de sus madres, los metía en jaulas”, soltó. “Ese no es el camino correcto a seguir”.
El demócrata por su parte concedió amparo migratorio a casi medio millón de venezolanos y permitió que grupos de cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos entren mediante programas humanitarios.
Para disuadir los cruces ilegales, incitó a los migrantes a llegar a los puertos de entrada mediante una serie de “vías legales”, como pedir cita a través de una aplicación de teléfono móvil o hacer los trámites en los países por los que pasan.
“Cita la falta de capacidad de procesamiento”, afirma el MPI. Y es que los dosieres en los tribunales de inmigración se acumulan, con 3,7 millones de casos de deportación que tardarán años en dirimirse.