Según Jesús Seguías, presidente de Datincorp cuando los pueblos no tienen referentes políticos que los convenzan, “empiezan a inventar”, lo que puede tener resultados “buenos”, “no tan buenos” y “pésimos”.
Aunque se ha determinado, encuestas de por medio, que los venezolanos en general no son apolíticos, la decepción con el liderazgo, sobre todo de la oposición, ha ocasionado un desapego de los ciudadanos por el tema, ocupados como están por resolver los problemas del día a día.
No obstante, esta decepción y desapego tiene un riesgo muy grande y es que ocurra lo que en el 98, cuando la gente estaba tan hastiada de los políticos de siempre que optó por “un mesías” que resultó ser Hugo Chávez.
Y, 25 años después, aun Venezuela sufre las consecuencias de esa decepción.
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Las cifras
La afirmación está respaldada por la reciente encuesta de Datincorp que señala: “70 % de los venezolanos está decepcionado de la política y de los políticos en general”.
Mientras que “más de 60 % no confía en los líderes políticos más destacados y 73 % evalúa negativamente la gestión de Nicolás Maduro”.
Jesús Seguías, presidente de Datincorp, aclara que, en general, los venezolanos “no son apolíticos” y, en ese sentido, precisa que no están decepcionados de la política “como concepto general”.
De hecho, “45 % de los consultados en el mismo sondeo considera que la vía para resolver la crisis política en el país pasa por una salida electoral, aun cuando sea imperfecta”, aclara.
Agrega que “23 % prefiere un gobierno de unidad nacional entre chavistas y opositores, mientras que 19 % cree en una confrontación radical y militar”.
Pero, ¿qué factores influyeron en que los venezolanos se muestren descontentos y decepcionados de los políticos? Seguías lo resume recordando que el país cumple un cuarto de siglo de “confrontación radical” entre el gobierno y la oposición, lo que, sostiene, ha generado “un caos generalizado”.
“Ni el gobierno ha entregado buenas cuentas y la oposición tampoco ha entregado buenas cuentas, razón por la cual casi 60 % de los venezolanos no se siente identificado con ningún partido, no es ni chavista ni opositor”, dijo, en entrevista para la Voz de América.
Señala que “el país ya no está polarizado entre gobierno y oposición, sino entre los políticos de oficio formado en un solo bloque entre gobierno y oposición, versus la inmensa mayoría de los venezolanos que están muy decepcionados”.
El peligro de la decepción
Para Seguías, cuando los pueblos no tienen referentes políticos que los convenzan, “empiezan a inventar”, lo que puede tener resultados “buenos”, “no tan buenos” y “pésimos”.
“En el caso venezolano vimos que el invento de Hugo Chávez terminó resultando un gran fracaso y ya vemos lo que le ha costado al país. Este nivel de decepción, de desencanto con la política y los políticos, abre la compuerta para cualquiera alternativa populista, que le agrade a la gente, pero con un destino incierto”, explica.
En ese sentido, advierte que quienes no se sienten identificados con estos factores y permanecen en un “limbo político”, se encuentran al “borde” de buscar nuevas alternativas como en 1998, cuando, afirma, los venezolanos “no votaron por Chávez, sino contra el status” de aquel entonces.
Para que los ciudadanos se reconcilien con la política, el experto cree que es necesario que los factores políticos existentes o “en camino” logren convertirse en referentes políticos “válidos”, basados en un “liderazgo colectivo”.
Para Seguías, históricamente, “casi todos” los partidos políticos en Venezuela se han creado para que una persona determinada sea presidente de la República, un rasgo que califica de “mesiánico y vanidoso” y que, estima, ha hecho que la política y los políticos en Venezuela sean “ineficaces”.
“No responden a los requerimientos de la sociedad actual. La sociedad del siglo XXI es totalmente contraria a los partidos caudillistas, de rasgo individual. Antes quizás había mayores posibilidades de que esos proyectos tuvieran éxito, hoy día eso es casi imposible porque la sociedad de hoy es más empoderada”, afirmó.
