Analistas sostienen que el mercado local podría adaptarse sin mayores consecuencias, ya que otras empresas privadas dominan el sector
El presidente Gustavo Petro rechazó públicamente el plan del gobierno venezolano de privatizar Monómeros, una empresa de fertilizantes con sede en Barranquilla y controlada por Pequiven, la estatal venezolana. Según Petro, la venta encarecería los insumos agrícolas, afectando a ambos países y haciendo que los campesinos dependan de productos extranjeros.
La venta de Monómeros, la empresa de fertilizantes controlada por Pequiven en Barranquilla, ha generado controversia, ya que una compañía turca podría adquirirla por 350 millones de dólares. La urgencia por concretar la transacción podría estar ligada a la incertidumbre que enfrenta el mandato de Nicolas Maduro y a la amenaza de nuevas sanciones de EE. UU. bajo una eventual presidencia de Donald Trump.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, quien inicialmente parecía al tanto de la negociación, se ha manifestado en contra de la privatización, argumentando que encarecería los insumos agrícolas y afectaría la soberanía alimentaria de Colombia y Venezuela.
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La privatización y venta de Monómeros implicará el encarecimiento de los productos primarios agrícolas en nuestros países.
Además, obligará a nuestros campesinos y campesinas a depender de productos extranjeros y del precio de insumos agrícolas del mercado internacional. No cabe duda de que esta decisión podría condenar a la pobreza y el hambre a millones de personas que representan la base de la soberanía alimentaria de nuestra región.
A pesar de su advertencia, analistas sostienen que el mercado local podría adaptarse sin mayores consecuencias, ya que otras empresas privadas dominan el sector.
Monómeros enfrenta serios problemas financieros, dependiendo de importaciones para sus operaciones y con deudas acumuladas.
Además, persisten sospechas de desvío de sus productos hacia actividades ilícitas, lo que complica su viabilidad. La posible vinculación del comprador con Alex Saab, sancionado por lavado de activos, ha intensificado el debate sobre los verdaderos intereses detrás de la venta.
Con información Génesis Pérez