La administración de Nicolás Maduro tiene años prometiendo una reforma policial que no llega. La Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, le dijo este jueves en la presentación de su informe que está esperando esa tan anhelada reforma, luego de reseñar que empezando el año 2021, 14 personas las ejecutaron en un enfrentamiento en la parroquia La Vega de Caracas
La nueva actualización del informe sobre Venezuela que presentó este jueves la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, no dejó muy bien parado a Nicolás Maduro y su administración.
El informe presentado reseña, una vez más, que continúan las ejecuciones extrajudiciales en Venezuela por parte de las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional (Faes).
Esto, pese a los anuncios de los funcionarios de Maduro de una “reforma policial”.
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Bachelet se refirió, específicamente, a los enfrentamientos que se suscitaron el pasado mes de enero en la parroquia La Vega, donde las Faes ejecutó a 14 personas.
“Recordando los anuncios de reformas policiales, pido que se realicen investigaciones rápidas e independientes para garantizar la rendición de cuentas, prevenir sucesos similares y poner fin a esta práctica”, enfatizó.
Presos muertos por tuberculosis
Asimismo, Bachelet se refirió a la muerte de presos en centros de detención preventivas por tuberculosis, desnutrición y otras enfermedades.
Ante esto, le dijo a Maduro que “garantizar una alimentación y una atención sanitaria adecuadas es crucial para evitar más muertes trágicas como la de Salvador Franco”.
En este contexto, precisó que “la asistencia humanitaria es aún más esencial”.
Razón por la cual, expresó preocupación antes las “restricciones indebidas a la capacidad de actuación de las ONGs, incluida la congelación de activos”.
“Pido que se reanuden los proyectos suspendidos”, enfatizó la Alta Comisionada, quien recientemente conversó amenamente con Maduro de estos temas vía online.
Igualmente, reiteró el llamado a “la liberación incondicional de todos aquellos detenidos arbitrariamente”.
No todo es malo, pues Bachelet acogió con beneplácito que se permitiera el nuevo acceso de su Oficina a los centros de detención policial.
