El intérprete de Yolanda y El breve espacio en que no estás, musicalizó de muy joven los versos de Nicolás Guillén y José Martí y fue pilar y fundador destacado del movimiento de la Nueva Trova cubana
La madrugada de este martes murió en Madrid el cantautor cubano Pablo Milanés, a los 79 años, después de que se agravase su estado de salud debido a una enfermedad oncológica.
Milanés era una de las grandes voces cubanas de todos los tiempos, el creador de canciones de amor inolvidables como Yolanda, Ámame como soy o El breve espacio en que no estás, que son ya himnos universales, en especial para los románticos.
Era un músico admirado y querido por sus compatriotas y también por importantes artistas de todos lados que hicieron suyas sus letras y lo llamaban, sencilla y cariñosamente, Pablo, o Pablito, reseña el diario El País.
El artista musicalizó de muy joven los versos de Nicolás Guillén y José Martí y fue pilar y fundador destacado del movimiento de la Nueva Trova cubana, que deslumbró al mundo en los setenta, y en el que no le gustaba que lo encasillaran, pues su sensibilidad y su obra iban mucho más allá.
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También fue el cultivador brillante del bolero y de la música tradicional cubana, el que primero rescató del olvido a viejos trovadores, como Compay Segundo, y sirvió de puente en su país entre generaciones y estilos, reconocido por su talento como uno de los grandes cantautores en lengua española.
Milanés nació en Bayamo, en 1943 y recibía desde hace unos años tratamiento médico en España, donde residía con su familia.
El artista cubano deja un notable legado de canciones formidables y cerca de 60 discos que lo sitúan entre los nombres indispensables y más universales de la música iberoamericana.
