Ricardo Delgado, fue alcalde del municipio de Gran Sabana y se encontraba en el exilio en Brasil. Pero este jueves falleció en la ciudad de Boa Vista, Brasil. Fue víctima de COVID-19, según informaron fuentes médicas.
El político de 49 años, estaba ingresado hace 21 días en un hospital de la capital del estado de Roraima, fronterizo con Venezuela. Esta región en los últimos tres años ha sido la puerta de entrada a Brasil para miles de venezolanos que han huido de la crisis política, social y económica.
Fuentes médicas indicaron que Delgado sufría diabetes. Esta enfermedad agravó su cuadro de salud una vez que contrajo el COVID-19.
Delgado era dirigente político era de la etnia pemón. Además de un reconocido líder indígena del sur de Venezuela, donde habita ese pueblo cuya tierra se extiende también por el norte de Brasil y parte de Guyana.
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Entre 2002 y 2004 fue alcalde del municipio de Gran Sabana. Pero Delgado se exilió en Brasil en 2019 tras denunciar una serie de persecuciones y amenazas del régimen de Nicolás Maduro.
En sus últimos meses en Brasil, Delgado trabajó en Roraima como representante de la representación diplomática de Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela. Y reconocido por el presidente Jair Bolsonaro.
El noviembre, en el marco de las elecciones municipales que se celebraron en Brasil, Delgado denunció ante el Ministerio Público a dos candidatos a la Alcaldía de Boa Vista por “incitar a la xenofobia”. Estos finalmente fueron derrotados. Entre sus propuestas apuntaban a restringir la llegada de venezolanos a ese país.
María Teresa Belandria, embajadora designada por Guaidó ante el Gobierno brasileño, lamentó la muerte de quien calificó como “amigo querido”. Al tiempo que destacó que “llegó a Brasil huyendo de la persecución del régimen y se dedicó a proteger a sus hermanos pemones, también atacados y perseguidos por la dictadura”.
Con información de EFE.