Benacerraf estaba por cumplir 98 años de edad y se le recordará como una grande del cine
La legendaria cineasta venezolana Margot Benacerraf murió a tempranas horas de la mañana de este miércoles 29 de mayo en Caracas.
Reconocida como una de las cineastas más importantes no solo de Venezuela, sino de Latinoamérica, tiene en su haber dos películas que se convirtieron en íconos en la historia del séptimo arte en el país.
Se trata de Reverón y Araya. El primero, un documental sobre el más importante artista contemporáneo venezolano, de quien fue amiga. El segundo, también un largometraje documental sobre la población que vive de las salinas y donde ella pasó una buena parte de su vida.
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Nacia en Caracas en 1926, Benacerraf estudió Filosofía y Letras en la UCV. Después tuvo la oportunidad de continuar su formación, ya en el ámbito cinematográfico, entre Nueva York y París.
En 1952 hizo Reverón, del cual no solo hizo el guion, sino que también dirigió y fungió como productora. Su relato sobre el célebre “pintor de la luz” la fundó los cimientos para el resto de su carrera.
Siete años después vendría Araya, el documental que marcó hito en la historia del cine venezolano. En 1966, Margot fundó la Cinemateca Nacional, institución que aun se mantiene dentro del mundo cultural nacional.
Su nombre también fue honrado en diversas instituciones, como en el Ateneo de Caracas, con una sala en su honor; y en la propia Cinemateca donde la sala de difusión fue inaugurada hace ocho años con su venia. También varias universidades del país la tienen entre sus homenajeadas.
Su legado se ha mantenido con la Fundacion Audiovisual Margot Benacerraf, que en sus 30 años de funcionamiento, no solo ha preservado el trabajo de su creadora, sino también del cine venezolano.