OMS urge aumentar inversión para frenar la TUBERCULOSIS: «la enfermedad infecciosa más mortal del mundo»
La tuberculosis es curable y prevenible. La OMS estima que, desde el año 2000, 66 millones de personas han sobrevivido a esta enfermedad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) urge aumentar la inversión en recursos para proteger y mantener en todos los países los servicios de atención y apoyo a la tuberculosis, la enfermedad infecciosa más mortal del mundo, responsable de más de un millón de muertes al año.
A propósito de que este 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis, la agencia sanitaria ha destacado en un comunicado la utilidad de los esfuerzos desempeñados en los últimos años, que han permitido salvar 79 millones de vidas desde el año 2000.
Sin embargo, advierte que los drásticos y abruptos recortes en la financiación mundial en salud amenazan con revertir los avances logrados.
“Pero no podemos renunciar a los compromisos concretos que los líderes mundiales asumieron en la Asamblea General de la ONU hace apenas 18 meses para acelerar el trabajo para acabar con la tuberculosis. La OMS se compromete a trabajar con todos los donantes, socios y países afectados para mitigar el impacto de los recortes de financiación y encontrar soluciones innovadoras”, ha dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Así, la organización ha lanzado una campaña para llamar a la acción con urgencia, responsabilidad y esperanza, bajo el lema «¡Sí! Podemos acabar con la tuberculosis: Comprometerse, invertir, cumplir’».
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Servicios y financiamiento
Además, en respuesta a los desafíos que amenazan los servicios de tuberculosis, el director general de la OMS y el Grupo de Trabajo de la Sociedad Civil sobre Tuberculosis han emitido una declaración conjunta en la que describen cinco prioridades fundamentales.
En concreto, la petición impulsada por la OMS y la sociedad civil reclama abordar “con urgencia” las interrupciones de los servicios de tuberculosis y garantizar que las respuestas estén a la altura de la crisis; así como garantizar una financiación interna “sostenible” y garantizar un acceso “ininterrumpido y equitativo” a la prevención y atención de la enfermedad.
También recoge la necesidad de salvaguardar los servicios esenciales contra la tuberculosis; establecer o revitalizar plataformas nacionales de colaboración; y mejorar los sistemas de seguimiento y alerta temprana para evaluar el impacto en tiempo real y detectar complicaciones de forma temprana.
“Este llamamiento urgente es oportuno y subraya la necesidad de actuar con rapidez y decisión para sostener el progreso mundial en la lucha contra la tuberculosis y evitar retrocesos que podrían costar vidas”, b afirmó la directora del Programa Mundial de la OMS sobre Tuberculosis y Salud Pulmonar, Tereza Kasaeva.
África, el mayor afectado
Los recortes en financiación han afectado especialmente a los países de la región de África de la OMS, seguidos de los países de las Regiones de Asia Sudoriental y del Pacífico Occidental.
En este punto, la OMS ha precisado que 27 países se enfrentan a “graves” problemas en su respuesta a la tuberculosis debido a la escasez de recursos humanos; las interrupciones que sufren los servicios de diagnóstico; el colapso de los sistemas de datos y vigilancia; y el deterioro de los esfuerzos de participación comunitaria, incluida la búsqueda activa de casos, la detección y el rastreo de contactos.
Todo ello hace que se socave la prestación de servicios, haya retrasos en la detección y tratamiento, el seguimiento y la gestión de enfermedades se vean comprometidos y se ofrezcan diagnósticos tardíos que aumenten los riesgos de transmisión.
Además, nueve países han informado de que existen fallos en la adquisición y suministro de medicamentos contra la tuberculosis, lo que pone en peligro la continuidad del tratamiento y los resultados para los pacientes.
Los recortes de financiación para 2025 agravan aún más la ya existente falta de financiación para la respuesta mundial a la tuberculosis. En 2023, solo estaba disponible el 26 por ciento de los 22.000 millones de dólares anuales necesarios para la prevención y el tratamiento de la tuberculosis, lo que supone un déficit enorme.
La OMS también ha alertado de la “crisis” que atraviesa la investigación en este ámbito, que solo recibió una quinta parte del objetivo anual de 5.000 millones de dólares en 2022, lo que retrasa gravemente los avances en diagnóstico, tratamiento y vacunas.
Nuevas directrices
Como una de las soluciones para combatir la creciente escasez de recursos, la OMS ha impulsado la integración de la tuberculosis y la salud pulmonar en la Atención Primaria.
Las nuevas directrices técnicas publicadas describen acciones cruciales en todo el proceso asistencial, centrándose en la prevención, la detección temprana de la tuberculosis y las comorbilidades, la optimización del tratamiento en el primer contacto y un mejor seguimiento de los pacientes.
Las directrices también promueven un mejor uso de los sistemas de salud existentes, abordando factores de riesgo comunes como el hacinamiento, el tabaco, la desnutrición y los contaminantes ambientales.
Al abordar los determinantes de la tuberculosis junto con las enfermedades transmisibles y no transmisibles, las enfermedades pulmonares y las discapacidades mediante una estrategia unificada, la OMS pretende reforzar la respuesta mundial e impulsar mejoras duraderas en los resultados de salud.
Los efectos del COVID-19
Esta enfermedad afecta principalmente al aparato respiratorio y, si no se trata de manera oportuna, puede ocasionar la muerte.
La tuberculosis es curable y prevenible. La OMS estima que, desde el año 2000, 66 millones de personas han sobrevivido a esta enfermedad; sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha revertido años de progresos, ya que, por primera vez en más de 10 años, desde el 2020, hubo un incremento en las muertes por tuberculosis.
Clasificación de Tuberculosis
Hay dos tipos de tuberculosis:
Infección de tuberculosis latente (LTBI, por sus siglas en inglés): Ocurre cuando el germen de tuberculosis se encuentra en el cuerpo, pero sin que la persona presente síntomas.
En estos casos, la infección no es suficiente para contagiar. Este tipo de tuberculosis puede permanecer toda la vida como una infección sin transformarse nunca en una enfermedad.
Un tercio de la población mundial está infectada de manera latente, sin embargo, permanecen sin síntomas y sin contagiar.
El estado de latencia puede reactivarse en 10% de los casos, en personas con deficiencia inmunológica, ocasionando que la persona enferme a lo largo de su vida. También la enfermedad se puede presentar si no reciben tratamiento para esta infección.
Tuberculosis activa: Se presenta cuando las bacterias de la tuberculosis están activas y se multiplican en el cuerpo de la persona. Las personas con el germen presentan síntomas y pueden transmitirlo a los demás.
Algunas personas que se infectan de tuberculosis (latente) pueden presentar la enfermedad (activa) en las siguientes semanas, o bien, años después cuando su sistema inmune se debilita.
¿Cómo se contagia la tuberculosis?
La tuberculosis puede transmitirse de una persona a otra en el aire, cuando el individuo infectado expulsa pequeñas gotitas de saliva al toser, estornudar, hablar o cantar. Las personas que se encuentren cerca pueden inhalar estas bacterias e infectarse.
Hay personas que son más susceptibles de adquirir esta enfermedad, tal es el caso de quien vive con VIH, pues tienen 18 veces más probabilidades de desarrollar tuberculosis; asimismo, quienes tienen padecimientos que debilitan el sistema inmune y las personas con desnutrición presentan un riesgo tres veces mayor.
De igual manera, las personas que consumen alcohol tienen 3.3 veces más posibilidades de contraer tuberculosis y las que fuman 1.6 más de riesgo.
Síntomas de la enfermedad:
Tos intensa que dura 3 semanas o más
Flemas (a veces con sangre)
Dolor torácico
Debilidad o fatiga
Pérdida de peso
Fiebre
Sudoración nocturna
Falta de apetito
Escalofríos
Prevención
Para prevenir esta enfermedad, se aplica la vacuna BCG o Bacilo de Calmette-Guérin, de manera universal y gratuita a todos los recién nacidos.
Ante un caso confirmado de tuberculosis se deben llevar a cabo acciones para cortar las cadenas de transmisión, así como rastrear, estudiar y tratar a los contactos.
La persona contagiada deberá cubrirse la boca cuando tosa o estornude.
Tratamiento
La tuberculosis se trata con antibióticos y tiene una duración de entre seis meses y dos años.
La toma de medicamentos tiene que ser supervisada por personal médico para verificar que no haya reacciones adversas debido a que las personas con tuberculosis corren el riesgo de desarrollar resistencia a los fármacos cuando se aplican de manera incorrecta.
LA OMS ha establecido como uno de sus los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) poner fin a la epidemia mundial de tuberculosis en el año 2030.Asimismo, busca reducir las muertes por la infección en un 95% y reducir los nuevos casos en un 90% hasta el 2035.
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