Sin capital humano fortalecido los países se tornan endebles y estancan en sus desarrollos
Naciones que no inviertan en fomentar el conocimiento y potenciar talentos tendrán sociedades sumidas en pobrezas que se tornan crónicas.
“La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”, dijo el admirado Nobel de Paz Nelson Mandela.
“La crisis silenciosa es la educación”; afirmó Sergio Díaz-Granados, el director ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina CAF.
Es imperativo afianzar la educación, sobre todo en las nuevas generaciones, y en eso anda la UNESCO; pero se necesitan de políticas públicas que prioricen recursos.
Azerbaiyán, país caucásico, reelegido en la presidencia del Movimiento de Países No Alineados, deviene en paradigma del desarrollo humano.
Esa nación euroasiática, muy rica en petróleo y gas, destina muchísimo de su presupuesto en impulsar la educación.
“Convertir el oro negro en oro humano” decisión del presidente azerbaiyano IIham Aliyev, resultó en premisa que rige a la pujante sociedad azerí.
Ideario que trasciende fronteras: Azerbaiyán dona becas, anualmente, para que dos estudiantes de cada país latinoamericano estudien en las Universidades de Bakú.
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Loable es destacar a otro país, Cuba, quien también ayuda con becarios de todo el mundo; elocuente que en la Escuela Latinoamericana de Medicina ya se han formado unos 30 mil jóvenes de 120 naciones. Así destaca la Agencia de Prensa AL Press.
Vale exaltar los esfuerzos que viene haciendo el Banco CAF jalonando cuantiosos recursos con los que apoya a gobiernos de América Latina en pos de elevar la educación.
José Martí, prócer de América, legó ideas que vale la pena abrazar: “Educar es dar al hombre las llaves del mundo, que son la independencia y el amor”.