Se acusa a la transnacional del delito de organizar “fiestas penitenciarias” donde proliferan armas, sexo y drogas
Desde hace tiempo el Tren de Aragua cruzó fronteras, se ha convertido en una transnacional del delito. Sus miembros ya no solo controlan el penal de Tocorón, sino que también han trasladado sus operaciones delictivas a Colombia, Perú, Brasil, Bolivia, Chile, parte de Europa y otros recintos penitenciarios.
El más reciente caso que han protagonizado y se ha vuelto viral son unas imágenes que se conocieron de una supuesta fiesta en el interior de la cárcel Modelo de Cúcuta, Colombia, en la que estarían involucrados los máximos líderes negativos que delinquían en el departamento del Norte de Santander.
De acuerdo con la denuncia que realizó el veedor de derechos humanos Diego Villamizar, el centro penitenciario se habría convertido en un lugar de eventos, donde estaría a cargo de los reclusos de la banda criminal Tren de Aragua, quienes mantienen el control de los patios 10 y 11, reseña el portal Infobae.
Villamizar señaló que los miembros de esta organización cobran extorsiones a otros internos para acceder a las celdas, ingresan alimentos y tienen celulares, además de organizar fiestas donde consumen drogas como tusi.
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Los reyes del mambo
El defensor de los derechos humanos resaltó que la situación actual en el interior de este centro penitenciario es crítica. “Hemos podido evidenciar lujosas joyas y armas que portan estos criminales sin ningún tipo de control al interior de la cárcel”, aseguró.
También mencionó que con celulares de alta gama realizan transmisiones en vivo con otros integrantes de esta misma banda criminal que se encuentran recluidos en otras cárceles del país.
El nombre de la organización se debe a que se formó como colectivo del sindicato de construcción del tren en el estado Aragua.
Comenzó cobrando sobornos para colocar empleos dentro de la construcción entre 2007 y 2010, obra enmarcada dentro Plan Socialista Nacional de Desarrollo Ferroviario de 2006, pero que nunca llegó a concretarse.
De allí, sus miembros extendieron sus actividades delictivas a extorsión, secuestros, robos y homicidios.
Se acusa al Tren de Aragua de ser responsable de asesinatos y extorsiones con el objetivo de aumentar el control territorial sobre el narcotráfico y el contrabando.
Según autoridades, cuenta con aproximadamente 2.700 miembros entre sicarios y personas que colaboran en labores de “inteligencia”.
