El hombre ha batallado con la enfermedad desde los 6 años. Eso no le ha impedido, incluso, aprender a conducir
Gracias a un chasquido de su boca y unos cuantos movimientos de los dedos, Jhon Fernando Sánchez da clases a más de 300 estudiantes de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia en Medellín; así cuenta María Camila Vergara en Caracol.
Desde los seis años, el docente tiene una enfermedad degenerativa que le ocasiona problemas en el habla y en la movilidad.
“He experimentado una gradual pérdida de capacidades físicas a lo largo del tiempo, el proceso comenzó con una debilidad en mi pie derecho como si estuviera bailando cumbia y posteriormente se extendió al pie izquierdo. Luego, mis manos resultaron afectadas y finalmente, mi capacidad vocal también sufrió las consecuencias”, expresó Jhon Fernando Sánchez a través del software que diseñó.
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A sus 34 años de edad es ingeniero en sistemas, doctor en ingeniería de la Universidad Nacional y desarrolló su propio sistema para dar clases, ya que no puede casi ni hablar.
“Utilizo un software innovador que da voz al texto que escribo, resultando algo fundamental cuando mi voz se ve afectada por mi enfermedad neuromuscular. Mi relación con la tecnología va más allá de la utilización, ya que he diseñado sistemas para mejorar la vida de personas con desafíos similares como enfermedades neuromusculares”, detalló.
De acuerdo con Sindy Escobar, vicerrectora académica de Investigación para UNAD, el docente se encuentra altamente capacitado para desempeñar su cargo: “Calificado con su maestría y su doctorado, es un investigador que en este momento ya se encuentra clasificado en MinCiencias”.
Aunque la distonía muscular lo quiere apagar, Jhon Fernando Sánchez no se deja y tiene la capacidad de manejar el carro por su cuenta.
Sánchez ha representado a su universidad en muchos países y ha dejado su nombre en alto. “Él, a pesar de su diagnóstico, ha sabido superar su misma enfermedad. Es una persona que desde niño no ha buscado confrontar con la vida, sino conectar con la vida”, explicó Claudia María Sánchez, hermana del investigador.
