Te presentamos 13 hábitos saludables que favorecen el cuidado del aparato digestivo y que puedes aplicar en tu día a día
Como consecuencia del ritmo de vida acelerado que llevamos, así como de la mala alimentación, el estrés y otros hábitos, son muchas las personas que sufren gastritis, reflujo y otras patologías propias del aparato digestivo.
Por eso, dejamos 13 hábitos saludables que te ayudan a cuidarlo y contribuyen a prevenir así como reducir molestias.
Consumir alimentos con moderación, siempre
Las comidas abundantes o de gran volumen representan un peso para nuestro aparato digestivo, entorpeciendo su funcionamiento y pudiendo ser causa de molestias ligeras, pero para nada agradables como sensación de pesadez, flatulencia, hinchazón abdominal e incluso, acidez.
Por ello, si queremos beneficiar nuestro aparato digestivo y facilitarle el funcionamiento al mismo, siempre aconsejaremos realizar ingestas moderadas o incluso, pueden ser comidas pequeñas distribuidas a lo largo del día si experimentamos, por ejemplo, reflujo gastroesofágico o gastritis.
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Elegir agua como bebida habitual
La adecuada ingesta de agua propicia el trabajo de nuestro aparato digestivo desde nuestra boca, en donde favorece la formación del bolo alimenticio que posteriormente avanza hacia el estómago e intestino.
Pero además, es indispensable que el agua sea nuestra bebida habitual y que el alcohol, así como las bebidas azucaradas, tengan nula o escasa presencia en nuestra mesa.
Tanto el alcohol como el azúcar irritan el aparato digestivo y pueden agravar síntomas de gastritis o reflujo, así como ser la causa de estas patologías u otras como el cáncer.
Masticar bien cada bocado y comer despacio
La masticación es un acto que forma parte del proceso digestivo, ya que en la boca contribuye a que se forme el bolo alimenticio triturando lo que comemos y favoreciendo su mezcla con saliva, en la cual también hay enzimas digestivas presentes.
Cuanto más masticamos, más ligero y menos engorroso será el paso del alimento por el aparato digestivo, favoreciendo por ello su cuidado.
Pero además, masticar bien contribuye a que comamos despacio y ello indirectamente nos ayuda a evitar comidas copiosas que perjudican la digestión.
Comer en un ambiente relajado y sin distracciones
Este hábito es de gran utilidad para no comer en exceso, pero también puede ayudar a que el proceso digestivo se desarrolle de forma adecuada.
Por el contrario, si estamos nerviosos, comeremos apurados, modificando la cantidad de alimento y sin duda entorpeciendo la digestión, lo cual puede conducirnos a síntomas digestivos propios de una dispepsia como sensación precoz, eructos frecuentes, flatulencia o hinchazón.
Ingerir alimentos ricos en fibra con regularidad
La fibra es un componente muy beneficioso de los alimentos. Para todo el organismo ofrece beneficios, pero resulta especialmente ventajoso su consumo para el aparato digestivo.
En el intestino cumple un rol fundamental al mejorar el funcionamiento y composición de la flora intestinal, que interviene en la utilización de nutrientes, así como en la degradación de los mismos.
Por ello, recomendamos ingerir suficiente fibra cada día, mediante frutas y verduras diversas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas.
Respetar los estímulos para ir al baño
Cuando tenemos deseos de ir al baño es fundamental escuchar al cuerpo y respetar sus señales, intentando tomarnos el tiempo necesario para evacuar el intestino.
Si a cada estímulo o deseos de defecar lo ignoramos, finalmente el reflejo defecatorio desaparecerá y podemos sufrir estreñimiento, una condición que en nada favorece el funcionamiento del aparato digestivo sino todo lo contrario.
Llevar una alimentación basada en alimentos reales
Escoger para nuestra dieta diaria alimentos frescos y de temporada siempre es lo más aconsejable, ya que muchos procesados y la mayor parte de los ultraprocesados poseen ingredientes como los azúcares u otros que pueden dañar el aparato digestivo.
Por el contrario, los alimentos reales aportan más fibra y agua, proveen micronutrientes de calidad, antioxidantes y otros componentes de calidad, siendo además bajos en sodio y en grasas trans, dos ingredientes que abundan en los ultraprocesados que perjudican al aparato digestivo.
Evitar los excesos de cafeína
La cafeína y sustancias similares como la teobromina propia del cacao y el chocolate, son estimulantes del aparato digestivo. Es por eso que en exceso pueden irritar la mucosa gástrica, así como dañar el intestino.
Por esta razón, recomendamos evitar los excesos de cafeína, moderando no solo el consumo de café, sino también, de té, cacao, bebidas energéticas y refrescos que puedan contener esta sustancia.
Realizar actividad física con regularidad
El ejercicio realizado de forma regular es un gran aliado contra el estrés y favorece el funcionamiento del aparato digestivo.
La actividad física no solo promueve el tránsito intestinal y ayuda a prevenir o revertir el estreñimiento, sino que también puede ser beneficiosa para la flora intestinal, siendo por todo esto un gran aliado del cuidado de nuestro aparato digestivo.
Utilizar hierbas y especias como saborizantes principales
Reducir el uso de sal y de azúcar en nuestros platos es clave para el cuidado del aparato digestivo, y por ello, utilizar hierbas y especias para dar sabor a las comidas puede ser un hábito muy saludable.
Con especias como la canela, vainilla, anís y otros podemos saborizar preparaciones dulces y restar o eliminar azúcares añadidos, mientras que con hierbas diversas podemos saborizar platos reduciendo el uso de sal que puede agravar síntomas de gastritis e incluso, ser causa de enfermedades mayores como el cáncer, si se consume en exceso.
Evitar bebidas y preparaciones a temperaturas muy altas
Si te has quemado la lengua en alguna ocasión debido al consumo de una infusión o preparación muy caliente, sabrás que las temperaturas muy altas pueden resultar muy dañinas para el aparato digestivo.
En la boca pueden afectar el sentido del gusto, mientras que en el esófago pueden ser causante de reflujo o pequeñas lesiones que con el tiempo favorecen enfermedades degenerativas como el cáncer. Y en el estómago pueden agravar los síntomas de gastritis.
Por todo esto, evitar el consumo de bebidas y preparaciones a muy elevadas temperaturas resulta fundamental.
Controlar el estrés y cuidar el descanso en el día a día
Nuestro aparato digestivo está estrechamente vinculado a nuestro sistema nervioso. De hecho, se considera a nuestro intestino nuestro segundo cerebro.
Por ello, cuando estamos estresados o mal dormidos no sólo podemos descuidar la calidad de lo que comemos, sino también, comer más y de formas incorrectas que entorpecen la digestión.
Si queremos cuidar el aparato digestivo, no solo es clave el cuidado de la dieta, sino también, moderar el estrés y cuidar la calidad del descanso de cada noche.
Ingerir de forma regular fuentes de probióticos
Los probióticos, así como los prebióticos son componentes muy beneficiosos para el funcionamiento del aparato digestivo, especialmente para el intestino, ya que afectan la microbiota allí localizada.
El consumo de probióticos mediante leches fermentadas, yogures, kéfir, miso u otros fermentados puede ser de gran utilidad para prevenir tanto diarreas como estreñimiento y mejorar el funcionamiento del aparato digestivo.
Con información de Vitonica.com