El elemento electoral será determinante para el giro que pudiera dar el presidente electo estadounidense con la flexibilización de sanciones a Venezuela a través del Congreso
A pesar de la extensión de licencia a PDVSA por parte de la OFAC, especialistas en materia energética sostienen que la administración del recién electo presidente Donald Trump no tendrá contemplación con la flexibilización de sanciones al gobierno de Nicolás Maduro.
Por eso, la industria petrolera venezolana pudiera atravesar tiempos difíciles a partir de la toma de posesión del nuevo dueño de la silla presidencial en la Casa Blanca. Johan Álvarez con los detalles.
“Creo que el triunfo y la presencia de él asoman ciertos nubarrones sobre el ambiente de la industria petrolera venezolana, no espero mayores veleidades ni mayores condescendencias por parte de los republicanos para la industria petrolera venezolana”, afirma el economista Rafael Quiroz.
Es importante destacar que el elemento electoral será determinante para el giro que pudiera dar Donald Trump con la flexibilización de sanciones a Venezuela a través del Congreso, logrado también por los republicanos, en un contexto en el que PDVSA ha ido aumentando paulatinamente la producción petrolera con la presencia de las transnacionales Chevron, Repsol y Enni en suelo venezolano.
“El que mantenga después del 10 de enero un gobierno deslegitimado debido a su delincuencia electoral porque no ha aún mostrado las actas, y que todos conocemos los resultados y ha quedado desnudado ante el mundo, desenmascarado. Se trata de un gobierno tramposo, estamos en un país dirigido por gente que hace trampa por doquier”, opina.
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Quiroz afirma que en un eventual rompimiento de relaciones en materia energética entre ambos países, EE.UU. no se verá perjudicado puesto que tendrá en Canadá y otros aliados internacionales con grandes reservas energéticas cómo suplir la demanda de crudo que le proporciona Venezuela. Sin embargo, para otros la segunda administración de Donald Trump no será tan severa con el gobierno de Nicolás Maduro.
“Básicamente, yo creo que la administración Trump entendería quién tiene el control del poder y territorio, y para poder hacer su promesa de campaña para deportar migrantes venezolanos tendría que relacionarse con quienes controlan las fronteras”, dice el internacionalista Luis Barragán.
Con información de Johan Álvarez
