Como si no fueran pocos los padecimientos que sufren los usuarios del servicio, no dejan de inventar medidas descabelladas. Mientras, por una parte, piden ayuda a Colombia para el suministro de electricidad en el occidente del país, por otro de sus vértices quieren venderle energía a Brasil
Siéntete afortunado si al menos en el lapso de un mes no has sufrido de bajones o fluctuaciones eléctricas, y si es así seguro que no vives en Venezuela, donde ni siquiera los que vecinos de la zona de seguridad del Palacio Presidencial de Miraflores no están exentos.
Mucho más lo padecen los habitantes del interior del país, que son objetos de interrupciones de energía eléctrica hasta de 12 horas continuas.
Esto viene al caso al referirnos al último informe del Monitoreo de Servicios del Observatorio de Gasto Público (OGP) de Cedice Libertad, que registra que el 63 % de los venezolanos perciben que los apagones en el país son cada vez más frecuentes, afectando principalmente a los estados de Zulia, Falcón y Lara, con cortes de más de cuatro horas.
El estudio destaca que el tema eléctrico se sitúa como la tercera mayor preocupación de la ciudadanía, después de la situación económica y la seguridad personal.
Un 83 % de los encuestados -más de 4/5 de ellos- califica de “muy ineficiente” a la prestación del servicio eléctrico.
Cedice Libertad recabó información de 12 Monitores distribuidos en todo el país, una encuesta efectuada a 2.300 ciudadanos y la revisión de información en 25 medios de comunicación digitales y de tres redes sociales.
SEN por el piso
Es que no se puede esperar menos, ya que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) está por el piso, debido principalmente a desinversión en el sector.
Es una crónica de una muerte anunciada, ya que incluso el mismo sindicato de trabajadores de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) advirtió que desde 2018, un año antes del apagón nacional, la desinversión debilitaría al Sistema Eléctrico Nacional.
“Los elementos que se utilizan para generar y transmitir la energía tienen un tiempo de obsolescencia; es decir, aquí hay que estar en constante mantenimiento en las líneas de transmisión, en los transformadores, equipos, maquinarias. Todo lo que tiene que ver con la producción y transmisión de la energía eléctrica”, expresó el secretario de reclamos de los sindicalistas de la estatal eléctrica, Alberto Perozo, en mayo de 2023, y la situación desde entonces se ha acentuado.
“Estamos generando muy poca energía y eso trae como consecuencia una mala prestación del servicio”, destacó.
“Tenemos administración de cargas y fluctuaciones constantes”, agregó. Afirmó que esta última es una consecuencia de la falta de mantenimiento.
Servicios para unos, desatención para otros
Incluso el tema ha puesto a pelear hasta las regiones, por medidas discrecionales del poder central.
Desde el occidente del país han denunciado con registros en mano la Administración de Nicolás Maduro “sacrifica” a las regiones para mantener a Caracas con servicios público medianamente aceptables, debido a que la capital es el mostrador del país.
En este sentido, el dirigente del partido Primero Justicia en el estado Zulia, Julio Montoya, aseguró que Corpoelec disminuyó en 16 % el suministro de energía a la entidad para evitar fluctuaciones y apagones en Caracas y la zona central.
Lamentó que esto ocurra porque en Zulia son millones de personas que sufren por las fallas del servicio y la electricidad se va varias veces al día.
La realidad no es muy diferente en el resto de las regiones de provincia de la nación.
Es que cuando no se tienen cortes programados hasta de más de ocho horas, se producen entonces las frecuentes fallas eléctrica, que dejan sin luz a poblaciones y ciudades enteras.
Esto ha traído hasta manifestaciones de protestas exigiendo la reposición o mejoras del servicio.
#10Nov ¡ATENCIÓN! 🚨
— ImpactoVenezuela (@ImpactoVE) November 10, 2023
Tensión en la Avenida Páez tras protesta de habitantes de El Paraíso. Exigen restitución del servicio eléctrico y por ello cerraron la arteria principal.
Corpoelec les pidió a los vecinos una hora para arreglar la avería.
📹 Natalia Roca pic.twitter.com/fAHh9Gquk6
Ayuda de Colombia
Colombia está preparada para suministrar energía eléctrica a Venezuela a través del estado Táchira, informó recién el embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo.
Esto lo comunicó tras se reunió con la directiva de la Cámara de Comercio e Industria del Estado Táchira, encabezada por su presidente Yionnel Contreras.
En el encuentro, este último le expresó al representante diplomático la difícil situación que enfrenta la región, debido a los cortes eléctricos diarios que superan hasta las 10 horas.
El embajador colombiano se mostró receptivo, pero… comunicó que el ministro de Energía Eléctrica de Colombia, Andrés Camacho Morales, manifestó que están a la espera de que Venezuela realice las adecuaciones necesarias en sus infraestructuras para soportar la llegada de energía desde Colombia.
Sabiendo cómo se mueve todo en el país, esas adecuaciones pueden hacerse en semanas como hasta meses, si es que no se olvidan.
Tiempo atrás era Venezuela el país que suministraba parcialmente energía eléctrica a Colombia, ahora se han cambiado los papeles, en parte por el deterioro del Sistema Eléctrico Nacional, que está en sus estertores.
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Venta de energía a Brasil
Pero no se retiren sin dejar de leer el colofón, y no se desmayen de la sorpresa.
Aseguran que Brasil reanudará las importaciones de electricidad desde Venezuela. Así lo anunció el Ministerio de Energía y Minas de Brasil y la firma de energía Ambar.
Esto sucederá después de más de cuatro años de pausa.
Se espera que la medida reduzca los costos de energía para los consumidores en el estado brasileño de Roraima, que es el único estado del país que no está conectado a la red nacional, informó Reuters.
El gobierno brasileño autorizó a finales de noviembre de 2023 a Ambar, una empresa comercializadora de energía controlada por el grupo J&F, a importar electricidad generada por la planta hidroeléctrica de Guri en Venezuela, en un proceso que debería comenzar pronto.
Brasil dejó de comprar energía a Venezuela en 2019, después de que las relaciones entre los países se deterioraran durante el gobierno del expresidente brasileño Jair Bolsonaro.
Desde entonces, el estado de Roraima utiliza electricidad procedente de costosas plantas alimentadas con diésel.
