Unos 700 migrantes se disponían a salir de Tapachula rumbo a la frontera norte con EE.UU., pero la Guardia Nacional y las autoridades de Migración mexicanas no lo permitieron
La nueva caravana de migrantes, gran parte de ellos venezolanos, que se disponía llegar a a la frontera entre México y Estados Unidos, fue dispersada este domingo por unos 50 funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional (GN) mexicana.
Se trata de al menos 700 migrantes, también de Centroamérica, que pretendían salir desde la ciudad de Tapachula, fronteriza con Guatemala.
El parque central de Tapachula era el lugar de concentración de la caravana y cuando sus integrantes pretendían partir, los agentes los dispersaron.
Agencias de noticias y medios locales informaron que al ver a los funcionarios, las personas salieron corriendo, algunas con sus hijos y morrales, para escapar por las calles aledañas.
Los agentes del orden llegaron al lugar a bordo de una decena de vehículos de migración y cinco de la Guardia Nacional.
Según el diario La Jornada, el objetivo solo era dispersar la caravana para evitar que saliera, no detener a los migrantes que acampan en diversos sectores de la ciudad.
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No a la intimidación
El objetivo de la acción policial fue alcanzado, pero los migrantes se quejaron del trato que les dan las autoridades mexicanas y aseguran que no los quieren en Tapachula.
“No queremos nada de intimidación o que nos vengan a atropellar, ni quitarnos el dinero que tenemos”, dijo a Efe la migrante venezolana Josmar.
Mientras que otro venezolano expresó: “si no los mató la selva del Diablo (del Darién), ni migración, ni Guardia Nacional, nadie nos va a detener”.
“Si las autoridades migratorias no aceleran la entrega de documentos, saldrán más contingentes de migrantes en los próximos días, advirtió por su parte, el alcalde de Tapanatepec (Oaxaca), Humberto Parrazales.
Los migrantes que han partido de Tapachula en caravana en los meses recientes se han concentrado en Tapanatepec para pedir al INM la entrega de documentos con el fin de transitar a la frontera norte, pero según el alcalde la ciudad ha sido rebasada por la presencia de varios miles de extranjeros.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) detuvo este año a más de 2,76 millones de indocumentados.
Luego de la entrada en vigencia de las nuevas restricciones para el ingreso de venezolanos a Estados Unidos, a través de México, el flujo ha bajado, pero, igualmente, cientos de migrantes, algunos deportados y otros que recién llegan, abarrotan las calles de las ciudades fronterizas mexicanas.
