jueves, mayo 2, 2024

TUBERCULOSIS: el azote de las cárceles venezolanas

Los presos en Venezuela están condenados a la vulnerabilidad, ya que no se les respetan sus derechos

Hacinamiento, falta de higiene, escasez de servicios básicos y una agobiante crisis económica son algunas de las características que generan la mayoría de las enfermedades que padecen los presos en Venezuela.

La mayoría de los centros penitenciarios venezolanos albergan a reclusos sobrepasando tres veces su capacidad, por ejemplo, el penal de Los Llanos, ubicado en Portuguesa tiene una capacidad máxima de 750 reos, en mayo del 2020 estaban internos 2.500 presos.

El caso de Los Llanos se repite en casi todas las cárceles del país, esto tiene como consecuencia que los presos venezolanos cumplan su condena en condiciones inhumanas, por ende, las enfermedades se propagan con mayor facilidad.

En Venezuela hay al menos 50.000 privados de libertad, distribuidos en calabozos policiales y 29 cárceles. Lugares en donde se ve menguados los derechos y la atención hacia estos seres humanos que han hecho revueltas y motines para exigir que se les de comida y que sean atendidos en centros de salud.

Un sistema penitenciario en decadencia

Venezuela tiene un registro bastante elevado en muerte de reclusos desde hace varias décadas. Desde 1999 el número se eleva a 7.270 privados de libertad en las cárceles venezolanas, según cifras del Observatorio de Prisiones.

Incluso, el OVP denunció que a partir del 2007 las leyes no han actuado para impedir “pranatos”, delincuentes que se hacen los jefes de prisiones, que comenzaron a popularizarse en esa fecha dentro de la población carcelaria. Desde entonces, los presos fueron construyendo una estructura de control y la imposición de un líder dentro de las peligrosas prisiones.

En 2011, Iris Varela fue nombrada por el presidente (fallecido), Hugo Chávez, como ministra para Asuntos Penitenciarios, acusada de permitir irregularidades dentro de las cárceles en el país. De hecho ha sido relacionada en varias oportunidades con los “pranes” que lideran estos centros.

Venezuela ha sido expuesta internacionalmente por no cumplir con los estándares adecuados en las cárceles, ya que el OVP aseguró que cada penal está muy lejos de tener a un custodio por cada 10 reclusos, y mucho menos se hace responsable por la vida de los presos, pese a estar prohibida la pena de muerte.

En los registros de la ONG, hasta hace cinco años, la principal causa de muerte en los centros penitenciarios era la riña entre reclusos. Sin embargo, la situación ha cambiado con la agudización de la crisis carcelaria.

Iris Varela. Foto: cortesía.

Tuberculosis es la pandemia de las cárceles en Venezuela

En 2019 fallecieron 191 presos, de  los cuales 104 fue a causa de tuberculosis o desnutrición, lo que equivale a que el 65% de los decesos son por tuberculosis. Los familiares de los reclusos exigen que sus allegados tengan mejores condiciones durante el cumplimiento de su condena; sin embargo denuncian que no son escuchados.

Para el tratamiento de la tuberculosis existe un sistema integral del Ministerio de Salud, que está regulado por el Estado, y a través de el «se proporcionan los tratamientos, pero se necesita que los médicos adscritos al programa de salud pública los diagnostique. Sin embargo, el programa ha registrado un 10% de los contagiados», explicó Carolina Girón, presidenta del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).

Foto: Impacto Venezuela

Hasta mayo, la OVP pudo recabar que en el penal de Los Llanos, seis presos habían fallecido por tuberculosis, pero las cifras de muertes en ese centro penitenciario cambiaron drásticamente, cuando los reclusos organizaron un motín para exigir condiciones de salubridad en el que fallecieron 47 reos.

Pese a que las autoridades del régimen de Nicolás Maduro aseguraron que el motín fue organizado para ejecutar una fuga, los familiares de los presos aclararon que no fue así, la intención de ellos era ser escuchados porque se estaban muriendo de hambre y los enfermos no estaban siendo atendidos, arriesgando la vida de los que estaban sanos.

En ese sentido, Carolina Girón destacó que es responsabilidad del Estado el control de las cárceles, darles alimentación adecuada a los presos, mantener programas de educación, cultura y trabajo para que las personas no estén las 24 horas del día en ocio.

Masacre en Los Llanos. Foto: cortesía de OVP

La presidenta de OVP denunció la violación a los derechos humanos que afecta no solo a presos políticos sino a presos comunes, así como a los familiares que dejan de recibir información.

Por su parte, Carlos Nieto Palma, coordinador de Una Ventana a la Libertad, advirtió que por primera vez “en la historia penitenciaria de Venezuela estamos viendo a presos morir por enfermedades como la tuberculosis y la desnutrición”.

Población vulnerada aún más por la pandemia

En marzo, Venezuela fue sometida a cuarentena radical luego de que se registraran los primeros casos por COVID-19 en el país, esto afectó principalmente a los reclusos venezolanos ya que no podían recibir visitas de sus familiares debido a la pandemia.

Esto los sumergió en fuertes problemas, ya que pese a que deben ser alimentados por el Estado, últimamente la única comida que reciben es la de sus familiares.

“Se ha intensificado mucho la desnutrición durante esta etapa de pandemia porque los familiares no pueden llevar la comida debido a que no los dejan entrar y eso agrava la situación de todos los reclusos”. 

Carlos Nieto Palma

Palma denunció que cuando los familiares pueden llevarle alimento a los reclusos, la opción que le ofrecen en el penal es dejar la comida en la entrada, pero esta nunca llega a los privados de libertad, puesto que los custodios se quedan con ella. 

Condenados a muerte

La falta de alimento, de higiene, el hacinamiento y la ausencia en la asistencia médica ha desencadenado varias muertes en los centros penitenciarios del país, especialmente por tuberculosis y desnutrición.

El Penal de Cabimas, el Centro Penitenciario de Los Llanos, el penal de Tocuyito, el Centro Penitenciario 26 de julio en Guárico, son algunos de los centros penitenciarios que en los últimos meses del 2020 han registrado fallecidos por tuberculosis y hasta conatos organizados por los presos para exigir atención.

El OVP contabilizó desde el 19 de mayo hasta el 13 de julio desde el 2020, 16 muertes de reclusos por tuberculosis o desnutrición. Una cifra alarmante en los reclusorios del país.

Foto: Impacto Venezuela

Además, la ONG alertó que solamente en el centro penitenciario 28 de julio en Guárico al menos 28 reclusos están contagiados de tuberculosis. Esto constituye una amenaza para el resto de la población penal

Carolina Girón, directora del OVP, solicitó al Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo que atiendan la situación relacionada con el presunto brote de tuberculosis y organicen un operativo con médicos en ese penal para presos y custodios tomando en cuenta que la tuberculosis es una enfermedad contagiosa pero tratable.

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