“Es como si se los hubiese tragado el mar, pero el mar lo que se traga lo escupe. Lo que no es de él lo echa para afuera. Siempre. El mar no se queda con nada”, confesó el hermano de uno los pescadores desaparecidos a la periodista Gregoria Díaz
Desde el 16 de junio están desaparecidos los tres pescadores que iban a bordo de la lancha La Llovizna, después de que salieran a la faena en Choroní. A pesar del clamor de los familiares pidiéndole a las autoridades y activarse planes de búsqueda por mar y aire, esto ha sido infructuoso. Ni rastro.
Van más de 15 días y no se sabe nada de José Rafael Sosa, Eduar Chávez y Edwin Chávez, aunque se continúa con el operativo de rastreo.
“Es como si se los hubiese tragado el mar, pero el mar lo que se traga lo escupe. Lo que no es de él lo echa para afuera. Siempre. El mar no se queda con nada”, dijo al portal Crónica Uno Carlos Alberto Sosa, hermano de José Rafael Sosa.
Algunas hipótesis y rumores han circulado a medida que han transcurrido los días. Una de ellas es que la lancha se quedó sin gasolina o que se hundió. Pero Carlos Alberto Sosa y sus compañeros, sostienen que de haberse recuperado el molinete cuando se localizó el palangre, se pudo tener una idea más clara de lo que ocurrió, recoge el medio digital.
“Si la lancha se voltea, algo queda a flote y lo hubiésemos conseguido. Es increíble que no haya nada, nada”, explicó desconsolado.
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Cuenta la periodista Gregoria Díaz que otra teoría que tímidamente se ha manejado entre la comunidad de Choroní es que los tres pescadores fueron asaltados en alta mar.
Algo pasó y esa es una posibilidad, que los hayan asaltado. A veces cuando estamos pescando, vemos lanchas rápidas que pasan y que no sabemos si son piratas”, dice Sosa.
Carlos Alberto Sosa, quien es el propietario de la lancha La Llovizna, descarta que la embarcación haya tenido problemas mecánicos y reconoce que raras veces los pescadores utilizan salvavidas durante la faena.
