Autoridades fueron removidas. Las atacantes pertenecen a otro grupo delictivo quienes encerraron a las víctimas y prendieron fuego
Una tragedia atraviesa la nación centroamericana de Honduras, después de que 46 mujeres murieran durante un enfrentamiento armado en una cárcel este #21Jun.
Autoridades de la nación indicaron que el enfrentamiento se produjo entre la Mara Salvatrucha y mujeres miembros de una banda rival, identificada como la Pandilla Barrio 18, en la cárcel de mujeres, Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas) de Támara, 25 km al norte de Tegucigalpa.
El suceso ocurre cuando las mujeres de la Pandilla Barrio 18 atacaron a las de la Mara Salvatrucha con disparos, hasta acorralarlas y encerrarlas en unos espacios de la cárcel, donde las cerraron por fuera y prendieron en fuego.
Inicialmente, se habló de 41 mujeres muertas, pero al final, las autoridades forenses oficializaron 46 fallecimientos.
El director de Planeamiento y Operaciones de la Policía, comisionado Juan Rochez, indicó que “más de 21 armas de fuego, dos granadas de fragmentación también” fueron decomisadas en esa prisión y que “hay once personas plenamente identificadas” que “van a responder por estos hechos”.
Cientos de parientes acudieron a las afueras de la Dirección de Medicina Forense en el este de la capital mientras los médicos forenses seguían identificando las víctimas. Unos 23 cuerpos habían sido entregados.
“No sé si mi hija murió acribillada o apuñalada”, dijo entre lágrimas a medios locales Olga Castro, quien perdió a Jenny Patricia Castro, de 44 años.
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“Dicen que escuchaban que ellas gritaban que les abrieran los portones porque en el módulo 1, en el que estaba ella, le echaron llave por fuera cuando se estaban quemando (…)que se haga justicia, no son animales las que mataron esas muchachas” de la 18, clamó.
Caen cabezas en Honduras
Debido a lo sucedido en el centro de detención de mujeres en Honduras, el gobierno de Xiomara Castro realizó una serie de cambios y ajustes en las altas esferas de seguridad del país centroamericano.
A través de la red social Twitter, la presidenta de Honduras anunció la destitución del ministro de seguridad, Ramón Sabillón, quien fue sustituido por el jefe de policía Gustavo Sánchez.
También anunció la separación de la Interventora de las cárceles, encabezada por Julissa Villanueva, y ordenó a los militares “la colaboración” junto a la policía en el combate del crimen.
“Los miembros de la actual Junta Interventora de los Centros penales han sido cesados en sus cargos. La doctora Julissa Villanueva retorna a su cargo de subsecretaria” de Seguridad, anunció el ministro de Prensa, Ivis Alvarado, en comparecencia en Televisión.
El gobierno de Honduras ha anunciado medidas drásticas contra el hampa organizada.
Igual que su vecino El Salvador, Honduras ha declarado la guerra a las Maras y el narcotráfico, sin embargo, las acciones no han sido igual de efectivas.
Durante 30 años las Maras y el narcotráfico han dominado en Honduras, sobre todo en las cárceles, dejando miles de muertos.
“Pareciera más bien que el haber nombrado esta comisión (…) ha traído un malestar entre los privados de libertad” porque “ellos tienen poder, entonces por eso es que se han cometido este tipo de asesinatos”, añadió.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH) llamó en un tuit al Estado de Honduras “a investigar los hechos, prevenir su repetición y proteger la vida de las personas privadas de libertad”.
“El país incurre en responsabilidad internacional cuando se violentan los derechos humanos de los privados de libertad”, señaló el estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) también en un Twitter.
“Se estima que al menos 1.050 personas privadas de libertad perdieron la vida violentamente en los centros penitenciarios de Honduras desde 2003”, denunció Conadeh.
Con información de AFP
