Esta organización criminal siembra el terror en la capital de Colombia y le declara la guerra a otros criminales que se intentan apoderar de su territorio
Tal parece que la banda trasnacional, Tren de Aragua pasó a segundo plano en los últimos días, y el protagonismo lo cobró la banda delictiva “Los Maracuchos”, la cual sería la responsable de la gran parte de los cuerpos embolsados encontrados en Bogotá.
No obstante, la data y el peligro que infunde esta banda no son recientes, data del año 2020, cuando este grupo delincuencial declaró la guerra los grupos que manejaban el tráfico de drogas en el barrio Santa Fe, en el centro de Bogotá.
La organización, conformada en su mayoría por ciudadanos venezolanos con graves antecedentes en su país, pusieron en marcha un plan de extrema violencia para sembrar el terror y la zozobra para ejercer así el control criminal, publicó revista SEMANA.
Durante su azote a la capital de Colombia, las autoridades e investigadores han podido diferencias y determinar cómo opera esta estructura criminal.
Esta trasnacional está comandada por el delincuente, alias Leo, quien tiene antecedentes de hurto agravado, tráfico de estupefacientes, montó una estructura organizada dirigida a cooptar el barrio Santa Fe, en pleno centro de la capital de la República.
Junto a sus hombres empezó a retener y torturar a los integrantes de otros bandos, para luego asesinarlos, descuartizarlos y meterlos –en un caso de crueldad extrema- en bolsas de basura para botarlos en diferentes zonas de Bogotá.
Hasta el momento, la fiscalía de Bogotá, contabiliza diez asesinatos por parte de estos delincuentes. También les atribuye el intento de homicidio de una niña de tan solo seis años, quien recibió tres impactos de arma de fuego cuando tres integrantes de la organización ingresaron a la fuerza para atentar en contra de alias Job, un supuesto miembro de un bando contrario.
¿Por qué actúan de forma sanguinaria?
Esta banda pretende controlar todos los negocios ilegales en la zona –la misma en donde durante décadas ha estado presente el hampa en su máxima representación-.
Las interceptaciones de la Fiscalía General revelan que las órdenes de los jefes de la banda se tenían que cumplir a como fuera lugar, y el castigo para cualquier desobediencia era la muerte.
La misma suerte corrían aquellos que traicionaran a “Leo”. Prueba de esto es la historia de Wylrodi Roa Dávila, conocido como Yofran, un ciudadano venezolano que hacía de la organización desde sus inicios y realizaba diferentes acciones delictivas en pleno centro de Bogotá.
También contra las trabajadoras sexuales
La extorsión y el control no solo lo ejercen contra los delincuentes, también pasa en contra de las trabajadoras sexuales, quienes son víctimas de extorsión por parte de esta banda.
La revista SEMANA, constató que estas mujeres deberían pagar una cuota a los criminales, las mujeres que no quisieran o pudieran pagarla debían dejar de trabajar en ese sector de la ciudad, de lo contrario lo pagarían con creces.
Aparentemente, autoridades interceptaron las líneas telefónicas y lograron conocer que los criminales exigían una cuota de un millón 200 mil pesos a cada una solamente para “pararse en el sector”.
Sin embargo, una de las trabajadoras, conocida como Bridgitte, de nacionalidad venezolana, intentó parar esta situación y habló con sus otras compañeras, un intento de rebelión que llegó a los oídos de los cabecillas de la banda, “Leo” y “Lobo”, quienes ordenaron asesinarla.
“Era una venezolana muy bonita, esto lo sé porque el 1 de julio, a eso de las 5 de la tarde más o menos, llegó Chito, se acercó a mí y me dijo que venía a matar a la muchacha del Mónaco”, contó un testigo.
De acuerdo con esta versión, la joven fue secuestrada, violada por varios hombres y posteriormente asesinada.
