Este hombre sintió una gran tristeza cuando el equipo aurinegro estuvo desaparecido por dos largos años
Definitivamente que el fútbol es el deporte Rey, que levanta muchas pasiones. Una prueba de esto es lo que significa el Cúcuta Deportivo, equipo en ascenso con miras a la primera división del fútbol colombiano, que durante años ha sembrado ese sentido de pertenencia en sus fanáticos.
Una prueba de ello es Javier Labrador, mejor conocido como “Pulpito”, hombre que estuvo sumido en una gran tristeza durante dos años, mientras el equipo estuvo fuera de competencia.
“Uy no, cuando dijeron que acaban el Cúcuta Deportivo que se iba del todo fue muy triste, de verdad para mí fue muy triste porque aquí está la única diversión que tenemos en la vida, ir al estadio cuando juega el Cúcuta”, dijo Pulpito.
La vida de Pulpito cambió cuando el equipo motilón perdió el reconocimiento deportivo. “Mi esposa me decía mijo: ‘yo lo noto como triste, a usted le hace falta el fútbol, le hace falta ir a acompañar al Cúcuta Deportivo’, y si se me veía mi tristeza, se veía mi tristeza, todas mis cositas estaban están guardadas en la maleta”.
Cúcuta Deportivo y su fan
Ese sentimiento reflejan un amor desenfrenado por la piel motilona, que, no solo guarda en su maleta, sino también en su casa, que convirtió en un museo, que prácticamente es su altar y donde como cualquier creyente, le rinde tributo a los rojinegros, que le devolvieron su fe al verlo de nuevo en su templo, el General Santander.
“Felices porque nos habían quitado nuestro equipo de la ciudad y ahora que regresó estamos muy contentos, ahora el sueño de todos los hinchas y mío es que regrese el doblemente glorioso a primera división”.
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Su felicidad se refleja cada domingo cuando acude al estadio, en las graderías sus emociones se reflejan a flor de piel cuando ve rodar la pelota.
“Yo espero que Cúcuta Deportivo no se vuelva a ir de Cúcuta, dónde pertenece y que no no lo vuelvan a llevar y que no se acabe el fútbol profesional colombiano en la ciudad”.
Por eso, lanzando cánticos y alentando sin parar durante los 90 minutos, la hinchada motilona, una de las más fieles del país, espera que esta vuelta del también signifique su regreso a la primera división.
