Los derrames en El Palito son cada dos meses aproximadamente, mientras en Amuay y Cardón son continuos. Un especialista asegura que muchas veces el crudo se va a mar abierto y otras se dirige a las playas, contaminando todo a su paso
Visto desde satélites, los derrames petroleros en las refinerías El Palito, Cardón y Amuay se ven como serpientes negras de aceite que, en su recorrido, matan todo lo que encuentran. Estos derrames, amenazan constantemente el medio ambiente y desde hace tiempo, alertó el especialista Eduardo Klein, en su cuenta en Twitter.
Publicó fotografías donde se ven claramente las manchas. “Cada una tiene más de 8km de largo. Pareciera que nuestra península de Paraguaná estuviese llorando… un llanto negro de desesperanza”, escribió. Klein es director del Laboratorio de Sensores Remotos y Análisis Geo-Espacial del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad Simón Bolívar.
El experto viene alertando de los derrames desde hace más de 20 años. Pero, en este último, sus alarmas se dispararon por la letalidad que representan. “Muchos de los derrames en el Complejo Refinador Paraguaná pasan inadvertidos. Las mareas los llevan al norte, a mar abierto, en donde se pierden y nadie se entera. Los habitantes no los ven y debido a su ubicación geográfica no hay alguna playa concurrida para alertar”, dijo en entrevista para El Nacional.
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Caldero lleno de aceite
“En el caso de haber evidencia en las playas, esos lugares son como un caldero lleno de aceite. Son tantos los derrames que ni los perciben porque se acostumbran a lo que ahí pasa”, dijo.
La refinería de El Palito también es otro problema. Tienen “un impacto inmediato tanto en Falcón, así como en las playas cercanas. Afectan la vida de los habitantes y de los pescadores, que, entre la falta de gasolina y la contaminación sufren un golpe doble en sus finanzas.
Klein asegura que, en lo que va de año El Palito sufrió derrames cada dos meses. En Amuay y Cardón los derrames son continuos, ratificó.
Dijo que todo empeora porque los equipos que depuran los compuestos no funcionan. Esto genera un mayor índice contaminante. No cumple con los parámetros mínimos para la atención de eventos: contención, recolección, seguimiento”.
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