En supuesta declaración ante representantes del Ministerio Público reveló importantes detalles sobre el modus operandi del entramado Pdvsa-cripto
Tras la detención y confirmarse a horas que se quitó la vida en su sitio de reclusión, el caso del coronel Marino José Lugo Aguilar no ha cesado. Ahora se revela su presunta última declaración ante representantes del Ministerio Público, donde aportó importantes detalles de la trama de corrupción en la que estuvo involucrado.
Detenido por su presunta vinculación con la trama Pdvsa-cripto, Lugo Aguilar señaló a Joselit Ramírez, entonces jefe de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip), como receptor de 300 millones de dólares obtenidos de manera ilícita.
Según una filtración de su declaración, que llegó a manos del periodista Eligio Rojas, de Últimas Noticias, Ramírez estaba encargado de convertir las divisas provenientes de la venta de petróleo venezolano en monedas digitales, evitando que estos fondos ingresaran a las arcas del Estado.
El detenido también detalló el funcionamiento del esquema paralelo utilizado para desviar las divisas obtenidas por el grupo liderado por Tareck El Aissami en las ventas de crudo, en operaciones realizadas tanto por entidades privadas como por funcionarios públicos.
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Modus operandi del plan
El propósito de este plan, según el Ministerio Público, era provocar caos en la economía venezolana para facilitar un derrocamiento violento del presidente Nicolás Maduro.
Uno de los mecanismos utilizados en esta trama era el control de las divisas generadas por la venta de combustible en Venezuela, área en la que Lugo Aguilar tenía responsabilidad. A través de un esquema de gasolineras, se desviaron grandes sumas de dinero, parte de las cuales terminaron en manos de Ramírez.
El informe técnico revela que las estaciones de servicio autorizadas para vender combustible a precio internacional estaban controladas por un grupo selecto de empresarios privados, quienes debían entregar pagos en efectivo a Lugo Aguilar. Estas transacciones eran supervisadas de cerca por autoridades de Pdvsa, y los fondos desviados se convertían en monedas digitales mediante la Sunacrip.
El esquema, que duró más de dos años y produjo miles de millones de dólares, provocó un daño significativo a la economía venezolana.
Como era de esperarse, hasta la fecha, gran parte del dinero robado no ha sido recuperado.
