Al pequeño lo hallaron enterrado en una apartada vereda de Segovia, en Antioquia
Tras una intensa búsqueda por más de un mes, fue encontrado el niño Maximiliano Tabares Caro, de 6 años, pero lamentablemente sin vida y enterrado en una de las veredas del municipio antioqueño Segovia.
Las autoridades lograron dar con el paradero del niño desaparecido, después que su propia madre y otro de los sospechosos capturados confesaran.
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Los restos de Maximiliano estaban dentro de un matorral de la vereda Cuturú Alto, aledaña al pueblo cabecera de Segovia.
Al lugar llegó el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía y agentes de la Policía, llevados por Robinson Esmit Arboleda Ramírez, alias “Orejas”, uno de los presuntos integrantes de la secta satánica Los Carneros, quien había sido por esta desaparición forzada, individuo que acordó dar informaciones con tal de recibir beneficios jurídicos.
¿Cómo lo hallaron?
La madre de Maximiliano, Sandra Patricia, confesó que colaboraría con las autoridades diciendo dónde estaba el niño.
Y unas horas después, “Orejas” también declaró su interes de colaborar.
De inmediato fueron hasta el sitio indicado, lugar en el que exhumaron el cadáver e hicieron inspecciones técnicas al cuerpo hallado de un niño con los rasgos de Maximiliano.
Trasladaron el cuerpo a Medicina Legal, en la capital departamental Medellín, para ejecutar la autopsia con la que los forenses corroborarán la identidad del menor y esclarecerán las causas de esta muerte tan lamentable.
Si Medicina Legal dictamina que el niño Maximiliano fue asesinado, todos los capturados (máxime su madre, el padrastro, y la abuela) junto con los otros tres aprehendidos serán condenados por los delitos de desaparición forzada, tortura y homicidio agravado a un menor de edad. Así cerraría este cruel y horrendo crimen.
