¿De qué consta el proceso del gateo y cómo puede fortalecerse?
El desarrollo de los bebés es un proceso fascinante y enriquecedor para aquellos que ven crecer a esa pequeña vida.
Alrededor de los 6 a 10 meses de nacido, después de que los infantes ya han dominado la habilidad de poderse sentar solos, el paso siguiente esperable es que comience el gateo, una etapa sumamente importante que trae múltiples.
El gateo es importante porque afianza la fuerza, motricidad gruesa, equilibrio y coordinación, haciendo que el niño comience a ser consciente de la percepción propia de su cuerpo en el espacio.
A pesar de ello, no hay una única fórmula y edad para que se dé el gateo.
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Pese a que cada experiencia es diferente, algunos bebés se saltan esta fase del gateo y comienzan directamente a caminar.
Esto no tiene contraindicaciones si se logra, mediante una estimulación adecuada, conseguir los hitos del neurodesarrollo del niño de la manera adecuada.
Con base en esto, los expertos recomiendan trabajar en el suelo, dejar que se arrastre y poner objetos a una distancia prudente para que los tome, todo con metas alcanzables con el fin de que el niño evite frustrarse.
Así mismo, el cuidador debe velar por proporcionar un entorno seguro durante el gateo, eliminando objetos peligrosos o que puedan causarle daño y supervisándolo constantemente para que esté seguro y no caiga en situaciones de riesgo.
El gateo, más que un modo de desplazarse, es una manera de crear conexiones neurológicas para fortalecer el desarrollo infantil; concluye Manuela Hernández Perdomo, en su publicación en Caracol.