El hombre aseguró que el niño se había caído, pero el informe de la Fiscalía de Colombia dice que la muerte del pequeño ocurrió por traumas severos consistentes con maltrato constante
Las autoridades de Medellín declararon como un asesinato la muerte del niño venezolano de 3 años, llevado a un centro de salud de Santa Cruz. El pequeño no tenía signos vitales.
Todo ocurrió el pasado 25 de febrero, cuando, inicialmente se dijo que se trataba de “una muerte sin establecer”.
No obstante, el informe más reciente de la Secretaría de Seguridad de Medellín, aclara que se cambió la tipificación de muerte a “homicidio”.
Ese día, de acuerdo con el reporte de las autoridades, ingresaron al menos, sin signos vitales a un centro asistencial.
De acuerdo con la investigación emprendida por la Fiscalía General de Colombia, el hombre que llevó al niño a la unidad intermedia de salud, dijo que este sufrió una caída y había vomitado.
Sin embargo, el dictamen forense determinó que la muerte ocurrió “por traumas contusos múltiples” que no eran compatibles con una caída. “Se señaló que la víctima presentaba otras lesiones corporales en diferentes estados de evolución. Entre ellas se destacaba un desgarro hepático y una fractura en el arco costal”, informó el ente acusador sobre el caso.
Entre los hallazgos también se concluyó que la víctima presentaba lesiones en el abdomen correspondientes a patrones similares a traumas de calzado (patadas), informó El Colombiano.
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Capturan a los responsables
Ante estos nuevos detalles, el pasado 18 de marzo, capturaron al hombre que llevó al niño al centro asistencial, quien sería su padrastro, así como la madre del pequeño.
Como presuntos responsables del homicidio, los imputaron por el delito de homicidio agravado, aunque ninguno de los dos aceptó los cargos.
Cuatro días después, un juez ordenó la detención del hombre en un centro carcelario. Mientras que la madre de la víctima está en libertad, pero la investigación en su contra persiste, en calidad de cómplice.
