La periodista Sebastiana Barráez asegura que la administración de Maduro quiere “lavarse la cara” por las denuncias de violación de DD.HH. en las mazmorras La Tumba, como llaman a la sede del Sebin en Plaza Venezuela
Hace algunos días se supo que sacaron de la sede del Sebin en Plaza Venezuela al general Raúl Baduel y al capitán Juan Caguaripano, para trasladarlos a El Helicoide. Lo mismo pasó con el otro preso político, Diego Antonio Salazar Carreño. Pero ¿Qué motivó el traslado de “La Tumba”, como también se conoce a las instalaciones en Plaza Venezuela, hacia el otro recinto?
La periodista especializada en temas militares, Sebastiana Barráez, explica, en su blog, que al parecer hubo un cambio. Según Barráez, El Helicoide estaba al mando del Sebin, pero ahora forma parte del Ministerio Penitenciario.
No obstante, la reportera asegura que se trata de una especie de estrategia de la administración de Nicolás Maduro, “para lavarse la cara”, ante la ONU, acerca de la violación de DD.HH. de los presos, en esos recintos.
Dice que ese cambio “es de nombre, porque los funcionarios (de El Helicoide) son los del Sebin y el control real del lugar también. Los funcionarios del Ministerio están dizque como asesores”, afirma.
Por otro lado, la comunicadora asegura que el hecho “es parte de la lucha de poder entre Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Este último siempre ha controlado el Sebin a través del general Gustavo González López”.
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Pérdida de mejoras
Barraéz dice que “el cambio hasta ahora ha significado la pérdida de pequeñas mejoras que con el tiempo lograron los presos. Es así como les quitaron las cocinitas eléctricas que algunos tenían, ventiladores. Incluso les dijeron que no les permitirán ropa común, solo los uniformes amarillos con los que la exministra Iris Varela uniformó a los presos de las cárceles ordinarias. Les prometieron que ahora sí podrán solicitar redención y educación”.
Asegura que hay dos militares, a la orden del Sebin, que más han sido víctimas por violación de derechos humanos en cuanto al debido proceso. Uno de ellos es el capitán Juan Carlos Caguaripano, quien sufrió “brutales torturas físicas”, en La Tumba.
El informe
La comunicadora insiste en que “todo responde a la intención del gobierno de Maduro de maquillar ante la ONU lo que ocurre en esos centros de reclusión”.
Señala que “en el más reciente Informe de la Misión de Determinación de los Hechos sobre Venezuela, hay denuncias muy fuertes de lo que viene ocurriendo contra los presos políticos civiles y militares en Venezuela”.
Pero en el punto 117 la Misión “reconoce algunos avances recientes anunciados por el Gobierno”. “Lo que no sabe la Misión es que esos avances son solo maquillaje”, alerta Barráez.
Hace mención el informe a que “el 12 de mayo de 2021 se ha ordenado trasladar a los detenidos bajo custodia de la DGCIM y el SEBIN a los centros de detención del Ministerio de Servicios Penitenciarios. El 29 de abril de 2021 el Tribunal Supremo ha adoptado un Plan de Agilización para acelerar los procesos judiciales de personas detenidas en centros policiales. El 21 de junio de 2021 se ha anunciado la formación de una comisión especial para abordar los retrasos procesales y el hacinamiento en las cárceles”.
Sin embargo, el informe agrega que “se necesita más tiempo para evaluar la implementación de las medidas anunciadas”.
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La Tumba
Es importante destacar, según la reportera, que La Tumba es un lugar “atroz”, como lo denunció en España el activista por los DD.HH., Lorent Saleh.
“Es un laboratorio creado para la aplicación de un tipo muy particular de torturas. Un lugar sofisticado, moderno. La Tumba es la tecnología y la tortura psicológica. Todo brilla, es limpio y blanco”, relató en entrevista con el diario El Mundo.
Mientras que “El Helicoide es el hacinamiento, el mal olor, las cucarachas y las ratas. La Tumba son los espejos, las cámaras, las paredes blancas”, destacó Saleh en noviembre 2018.
