Con crisis o sin ella es una maldad botar la comida porque nos quedó salada. Eso le puede pasar a cualquiera en la cocina que te pases del punto de sal, así que tranquila que aquí te explicamos qué hacer para salvarla
A muchas mujeres nos ha pasado que con el apuro de salir al trabajo y resolver la comida de la familia rápido no nos damos cuenta de la cantidad de sal que le echamos.
Cuando damos la probadita de rigor la vida se nos vuelve un desastre y lo primero que se nos viene a la cabeza es botar esa comida.
Pues no se le ocurra desecharla porque aquí te enseñamos unos tips para salvar esa comida y la reputación como cocinera.
10 tips para que dejes la preocupación
En caso de sopas o guisos, la solución está tan sólo al alcance de una papa. Agrega un trozo grande a la sopa, salsa o guisado y espera a que esta se haya cocido antes de retirarla, ya que esta verdura absorberá el exceso de sal.
La papa la puedes usar con frijoles, lentejas o leguminosas, solo coloca una medio cocida en el centro de la cacerola por 15 minutos.
Si tu guisado es cremoso, no necesitas otra cosa que agregar una cucharada más de leche.
En caso de unos espaguetis que te quedaron salados, colócalos directo en agua helada.
Para remediar una vinagreta o aderezos extremadamente salados, tu mejor aliado será el orégano.
Para las verduras, no hay mejor remedio que enjuagarlas, así les quitarás el exceso de sal. Esta técnica también puede ser utilizada en el jamón o chorizo.
Una buena opción para disminuir el sabor salado es agregar un ingrediente ácido que no modifique el sabor, jugo de limón, jugo de tomate, vinagre o vino.
En el caso de los guisados o carne salada, no hay nada como agregar una pizca de azúcar.
Si no logras quitar el exceso, lo mejor que podrás hacer es servir muy caliente, porque así aminoras el sabor de sal.
