Atravesar la frontera entre Venezuela y Colombia conlleva de por sí varios peligros, derivados de factores como la delincuencia o la migración ilegal, pero si a ello se suma el riesgo de caer en manos del narcotráfico, la situación se pone realmente difícil para el viajero.
Esto es lo que ocurre con las llamadas “mulas ciegas”, metodología que en los años 80 comenzó a ser muy “muy popular” en la zona, pero que actualmente parece cobrar un nuevo auge, según nos informa nuestra compañera Maryné Glod.
El modus operandi, es que los traficantes, aprovechando un descuido del viajero pueden, por ejemplo, “sembrar” la droga en un vehículo estacionado en Cúcuta, esperar a que el conductor haya pasado la frontera, para concretar así el contrabando, sin que el dueño del carro se haya dado cuenta.
Las autoridades en el estado Táchira, aunque hasta ahora no hay denuncias oficiales, hacen un llamado de alerta a los viajeros venezolanos para que, de regreso, revisen sus vehículo y pertenencias.
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