La ONG RSF considera el ataque contra la torre de transmisión como “un crimen de guerra”. Esto se produce luego que varios medios de comunicación han decidido cesar su cobertura en Rusia, por las amenazas del régimen de Putin
La oenegé Reporteros Sin Fronteras (RSF) informó el sábado que acudirá a la Corte Penal Internacional (CPI). Lo hará para denunciar el ataque de los rusos contra la torre de televisión de Kiev, lo que considera, “un crimen de guerra”.
“El 4 de marzo, RSF presentó una denuncia ante el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) por los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas en Ucrania. Desde el comienzo de la agresión contra Ucrania, el ejército ruso ha bombardeado deliberadamente varias emisoras de televisión en todo el país”. Así lo escribió la organización en un comunicado.
En el sexto día de la ofensiva, un misil ruso “alcanzó” la torre, situada cerca de Babi Yar, un barranco donde los nazis mataron a tiros a más de 30.000 judíos en dos días en 1941. Este lugar es ahora un importante memorial.
El ataque dejó cinco muertos.
Según RSF, que cita a su socio local IMI, “al menos otras tres torres de radio y televisión fueron blanco de bombardeos, en Korostén, Lysychansk y Járkov, y dos emisoras dejaron de emitir después de que los militares rusos tomaran el control de las mismas, en Melitópol y Jersón”.
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Cese de transmisiones
Entre tanto, los canales estatales de televisión alemán ARD y ZDF informaron que suspendían temporalmente su cobertura desde Rusia. Dijeron que es tiempo de “examinar las consecuencias” de la reciente ley rusa que amenaza cualquier difusión de “informaciones falsas sobre el ejército”, reseñó la AFP.
Las dos emisoras públicas “suspenden por el momento la información desde sus estudios de Moscú”, indica un comunicado. Seguirán “informando exhaustivamente al público sobre lo que ocurre en Rusia y Ucrania” desde otros lugares fuera de Rusia.
La decisión se produce después de que otros medios internacionales suspendieran la actividad de sus periodistas en Rusia.
El viernes, la agencia Bloomberg anunció que suspendía el trabajo de “recopilación de información” de sus periodistas en Rusia.
La nueva ley, firmada el viernes por el presidente Vladímir Putin, prevé penas de prisión de hasta 15 años por difundir información. Esto, si la misma está destinada a “desacreditar” a las fuerzas militares y también castiga cualquier petición de sanciones contra Moscú.
Parece “haber sido escrita para convertir a todos los periodistas independientes en delincuentes, solo por asociación, lo que hace imposible seguir manteniendo cualquier apariencia de periodismo en el país”, añadió Micklethwait.
El canal de noticias estadounidense CNN también anunció que suspendía sus programas en Rusia.
Y la cadena pública británica BBC, así como la canadiense CBC/Radio Canada también habían anunciado una decisión similar.
La ARD está presente en Moscú desde 1956.
Una portavoz de la emisora regional Westdeutscher Rundfunk, responsable de la oficina en Moscú de los canales ZDF y ARD en Rusia, no precisó si los periodistas sobre el terreno continuarán con su labor informativa.
