Los docentes que se niegan a abandonar su profesión optan por dar clases de tareas dirigidas para poder subsistir económicamente
Para nadie es un secreto que desde que arreció la crisis en Venezuela una de las profesiones más vulneradas y afectadas fue la docencia. Los educadores del país, responsables de formar académicamente al futuro de Venezuela debían debatirse entre continuar con su vocación o buscar un ingreso que le permitiera cubrir sus necesidades básicas.
El medio de comunicación La prensa Lara, en un reportaje, recogió datos, que muchos de los docentes que se niegan a abandonar su profesión, optan por dar tareas dirigidas para poder tener un ingreso económico mayor que les permita subsistir.
“Me ayudo es dando tareas dirigidas, no es tanto lo que percibo, pero sí es mucho más de lo que me pagan en la institución, ahorita a los docentes, nos resulta más dar clases en las casas porque al menos son 5 dólares los que se hacen”, dijo la docente María Yépez, quien da tareas dirigidas en Pueblo Nuevo, Táchira.
También viven el drama de no poder cobrar las tareas dirigidas a un precio más alto, porque de lo contrario los representantes tampoco podrían costearlo. Actualmente, el costo de las tareas dirigidas que ofrece Yepes van de 3 a 5 dólares semanales.
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“Hay padres que realmente no tienen los 5 dólares para pagar las tareas dirigidas y eso se entiende, pero es lo mínimo que podría cobrar un docente, porque sería un dólar diario el que se les está cobrando, ya menos de eso no nos resultaría”, expresó Roxana Díaz a La prensa Lara, quien atiende a cinco niños semanalmente.
Los docentes destacan que antes podían atender entre 12 y 20 estudiantes, pero por el momento apenas logran tener fijos alrededor de 5 niños e incluso menos.
Venezuela vive su peor momento de disparidad económico, en el que los trabajadores del sector público se han visto más afectados por cobrar sus salarios en bolívares.
Actualmente la inflación ha hecho mella en la economía venezolana por el mal empleo de políticas públicas; sin embargo, docentes y otros gremios como el de salud se mantienen en las calles exigiendo que les remuneren lo que les corresponde por sus servicios.
