Los hechos ocurrieron en la noche del domingo 29 de junio en la vereda Puerto Alegría, en Garzón
Fueron cinco días de agonía. La mañana de este sábado se confirmó la muerte de la niña de 4 años que fue abusada sexualmente en Puerto Alegría, Garzón – Colombia.
Además de violarla, Sebastián Mieles Betín, golpeó brutalmente. La menor falleció en una unidad de cuidados intensivos pediátrica en la clínica Medilaser en Neiva.
Según revelaron fuentes ligadas al caso, la niña se encontraba en coma inducido, pues debido a las lesiones de gravedad que presentaba, los médicos intentaban salvarla.
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“Lamentamos profundamente el fallecimiento de la paciente menor de edad en la madrugada de hoy, 4 de julio del año 2020”, informó el centro médico este sábado.
A través de un comunicado destacaron que la menor murió “debido a hipertensión endocraneana refractaria al manejo, disfunción de múltiples órganos secundaria a trauma encefalocraneano severo con politrauma”. Y por el tipo de muerte se realizó llamado a Fiscalía.
El día fatal
Los hechos ocurrieron en la noche del domingo 29 de junio en la vereda Puerto Alegría, en Garzón, donde la madre de la menor la encontró con signos de violencia física. El cuerpo estaba en una zona boscosa a donde la llevó Miles Betín, quien fue capturado por los mismos habitantes.
En mal estado de salud, la niña fue trasladada al hospital San Vicente de Paúl, donde según el parte médico. Ingresó en estado grave por el maltrato físico y sexual al que fue sometida y fue remitida a Neiva.
Sebastián Mieles Betín fue cobijado con medida de aseguramiento por parte de un juez de Control de Garantías, que le imputó los delitos de acceso carnal abusivo y agravado y feminicidio pero no los aceptó en las audiencias públicas.
Este hombre es oriundo de la Costa Atlántica y había llegado a Garzón contratado por un Consorcio que adelanta una pavimentación en el sector de Puerto Alegría.
La comunidad lo interceptó junto al cuerpo de la menor y lo amarró a un árbol para entregarlo a la Policía, que hizo presencia en esa vereda que está ubicada a una hora en carro de la zona urbana de Garzón.
Ahora, lo que espera toda la población y la familia de la niña es que haya real justicia en este caso